Después de que una bomba en Afganistán le dejara mutilado, los médicos esperan que recupere sus funciones urinarias y vuelva a tener orgasmos
Un soldado que perdió sus genitales por una bomba en Afganistán acaba de recibir un trasplante sin precedentes. En una operación de 14 horas, en el Hospital Johns Hopkins, se le trasplantó un pene, escroto y parte de la pared abdominal.
A pesar de que han existido otros trasplantes de penes antes, esta cirugía es la primera que incluye el escroto y parte de la pared abdominal en un mismo trozo de tejido que abarcaba unos 25 centómetros. Los cirujanos trabajaron para trasplantarle la piel, los músculos, los tendones, los nervios, los huesos y todos los vasos sanguíneos.
El excombatiente, que prefirió el anonimato cuando habló para el New York Times, perdió las piernas y los genitales. Lo último fue más difícil de aceptar. Al frente del equipo del Hospital, que ha estado preparando la operación durante cinco años practicando con cadáveres, ha estado el doctor W.P. Andrew Lee, jefe de cirugía plástica.
Ilustración: Hospital Johns Hopkins
Lee explicó al NY Times que la operación significaría volver a restablecer sus funciones urinarias y sexuales. Esperan que vuelva a tener orgasmos. Aunque es posible reconstruir un pene usando tejido del propio cuerpo, los pacientes necesitan un trasplante para obtener una erección. En el trasplante participaron 11 cirujanos que no cobraron.
El Departamento de Defensa ha invertido en parte de la investigación pero no costeó la operación. El Hospital decidió asumir los gastos -entre 300.000 y 400.000 dólares- y los médicos optaron por hacerlo gratis. El Dr. Lee espera que el Pentágono subvencione próximamente estos trasplantes. Según un estudio, 1.300 soldados sufrieron lesiones genitales entre 2001 y 2013 y en el 31% de los casos afectaba al pene.
Por motivos éticos, este paciente no recibió los testículos del donante fallecido debido a que, si el excombatiente tuviera hijos, genéticamente serían del donante de órganos. Esto implica que el receptor necesitará inyecciones de testosterona para reemplazar la pérdida.
El soldado le confesó al medio que tuvo pensamientos suicidas tras la mutilación. “Cuando realmente pensaba en suicidarme, pensaba, '¿Realmente me voy a matar por un pene?'", expresó.
Había aprendido a andar con prótesis y vivía en una apartamento solo. Sin embargo, le costaba tener citas y relaciones. Se matriculó en la Facultad de Medicina y espera encontrar qué especialidad le gusta y brillar.
Afirma que ha hecho un trabajo psicológico para concebir los geniales donados como suyos. Al futuro le pide “cosas normales”. Quizá encontrar a alguien y poder tener una relación.