50 segundos de esta expresiva niña destruyen décadas de educación machista

Hasta tres intentos fueron necesarios para que esta niña se llevase uno de los pucks que el jugador de los Washington Capitals Brett Connolly regalaba al público. Aunque el jugador señaló claramente a través del cristal a la joven aficionada como destinataria del disco, lo que sucedió alrededor de ella fue toda una sinfonía de sexismo.

Los 50 segundos de vídeo no tienen desperdicio.

La niña golpea el cristal pidiendo el puck y Connolly la señala dos veces, una con el stick y la otra con la mano, antes de lanzarlo por encima de la separación. Cuando lo lanza y el plano se abre vemos a un adulto señalando compulsivamente a un niño que se encuentra al lado de la niña. El hombre coge el puck y se lo entrega al chaval, más alto y mayor que la niña. La cara de tristeza de esta, mirada devastada y digna al frente, es ya un clásico instantáneo de internet.

El jugador se da cuenta de que el puck no ha llegado donde debía. Tira otro puck y... el mismo adulto vuelve a cogerlo, esta vez para entregárselo al niño que está al otro lado de nuestra protagonista. El jugador golpea el cristal señalando de nuevo a la niña. A estas alturas la orden -y el deseo de todas las personas que están viendo el vídeo- es clara: "¡que le deis el puck a la chavala!". El jugador mira al adulto...

... antes de volver a coger un tercer puck. Vuelve a señalarla y esta vez sí, el adulto le da el regalo a la niña.

El gesto de felicidad de la niña es épico. Casi tanto como la demostración que acaba de hacer su entorno de que no existe la igualdad de oportunidades para ellas en el deporte.