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Urbano Cairo y Claudio Lotito, así son los oscuros hombres fuertes del fútbol italiano

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Poder editorial, despidos en España y conexiones derechistas. El calcio y su Gattopardo 2018: "cambiar todo para que nada cambie"

Ignacio Pato

26 Enero 2018 14:56

Son semanas de votar mucho en Italia. Quizá para que nada cambie, usando la vieja consigna gattopardista.. El 4 de marzo se vota al nuevo primer ministro y todos los sondeos dan la victoria al populista Movimento 5 Stelle liderado por el joven -apenas treintañero- Luigi di Maio, procedente directamente de las filas de los neofascistas del Movimiento Social Italiano y de Alianza Nacional.

No es la única votación ni el enésimo giro a la derecha que puede dar el país de 60 millones de habitantes. Este lunes se vota al nuevo presidente de la Federcalcio -que puede ser el exfutbolista Damiano Tommasi, al que hemos entrevistado aquí sobre sus propuestas progresistas-, y también se elige al nuevo jefe de la Lega. El órgano que rige la legendaria liga italiana y el equivalente a la LFP que preside aquí el ex Fuerza Nueva Javier Tebas.

El candidato al que parece claro que votarán todos los clubes para este puesto es Carlo Tavecchio. Sorprendente, siendo suaves, cuando hace solo dos meses que salió por la puerta de atrás de la Federación tras quedarse Italia fuera de Rusia'18. Tavecchio tiene 74 años y un currículum extenso en lo tocante a salidas de tono, como la broma racista que hizo sobre lo que según él es que lleguen muchos jugadores africanos con calidad sin contrastar al fútbol italiano.

Con Tavecchio, la idea de que Tebas reciba un cargo de administrador delegado de la Lega con un sueldo de 1,2 millones de euros "para convertirla en lo que se ha convertido la liga española" cobra fuerza. Los compañeros de Il Romanista ya han alertado a los aficionados italianos de lo que esto significa: la llegada a la Serie A de un investigado por Hacienda que ha secuestrado el fútbol a los aficionados mediante horarios imposibles e imprevisibles, multas y acoso desproporcionado a los colectivos de animación o la llegada impuesta a los clubes de varios jugadores saudíes en virtud de un acuerdo meramente comercial con ese país.

Pero en realidad los hombres fuertes del calcio no llevan el nombre de Tavecchio. Si este es presidente de la Lega lo será en gran parte por el apoyo que recibe de Urbano Cairo, presidente del Torino, que ha convencido al otro gran poder en la sombra, Claudio Lotito, capo de la Lazio, para apoyar al candidato.

¿Y quiénes son Cairo y Lotito?

Urbano Cairo es un empresario económica y mediáticamente poderoso. Milanés de 60 años, es dueño de RCS Mediagroup. RCS es uno de los mayores activos del sector en Italia, heredero del imperio Rizzoli. De Cairo son Il Corriere della Sera -el primer diario italiano en tirada-, La Gazzetta dello Sport -el primero deportivo y tercero incluyendo a los generalistas más leído del país- o la revista IoDonna... y está presente en España con el accionariado mayoritario -97%- de Unidad Editorial. Esto es, controla El Mundo, Expansión, Marca o La Esfera de los Libros.

La sangría de Unidad Editorial, no obstante, parece suponer un quebradero de cabeza para Cairo. Desde 2009 la empresa española ha despedido a la mitad de sus trabajadores y se ha ahorrado 15 millones de euros.

Es el poder emergente del calcio. Desde 2005 es el propietario del Torino, donde llegó con la bendición del entonces alcalde de la ciudad y hoy presidente de la región del Piamonte Sergio Chiamparino, del reformista Partito Democratico. Con él el histórico club granata volvió a Europa hace unos años. Cairo fue condenado a 19 meses en el macroproceso contra la corrupción Manos Limpias de principios de los noventa por apropiación indebida y facturas falsas. Formalmente se mantiene fuera del circuito de partidos políticos, pero...

... pero ha querido dejar claro que las simpatías franquistas de Tebas le traen sin cuidado. "Quiero recordar que Franco murió hace 43 años, voy a España a menudo y no he oído a nadie hablar de Franco. Es raro que se hable de él en Italia. Si Tebas es bueno, es bueno y con eso vale", ha dicho.

En cuanto a Claudio Lotito, es presidente de la Lazio desde 2004, un romano de nacimiento que ha medrado con empresas de limpieza y seguridad. Se compró la casi centenaria Salernitana Calcio y colecciona juicios. El más grave fue el de Calciopoli, una macroredada judicial contra fraudes masivos en partidos de Serie A, con una sentencia que enviaba a la Lazio a la Serie B -aunque se canceló el descenso administrativo- e inhabilitaba a su presidente durante dos años y medio. También fue declarado culpable de operaciones ilegales con fondos de inversión en los traspasos de Mauro Zárate y Julio Cruz al equipo laziale.

Otro de los grandes escándalos de Lotito lo escuchó toda Italia -o toda la Italia que quiso hacerlo-, cuando se hizo pública una conversación suya con Andrea Aboda, presidente de la Serie B, acerca de "los clubes de mierda que no deberían subir a la Serie A". Textualmente: "Si me subes al Carpi, si me subes a equipos que no valen una mierda, en dos o tres años no tenemos ni una lira. Porque si yo voy a vender derechos de televisión y en tres años tenemos a la Latina, al Frosinone… ¿quién ‘cojones’ compra los derechos? No saben ni que existe el Frosinone”.

Políticamente Lotito, sorpresa, se sitúa en la derecha: en Italia estos días se habla de la posibilidad de que Lotito sea candidato al Senado por Forza Italia, el partido que Silvio Berlusconi creó para llegar, bajo ese grito nacionalfutbolero, al poder.

Una de las frases de Lotito explica bien la perspectiva desde la que los dirigentes ven el deporte más popular -y democrático en su juego- del mundo: "El balón es para todos, el calcio -el negocio-, para pocos". Traducido, el juego está muy bien, pero lo importante es el poder de controlarlo".

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