Shalimar y Victoire Reynal, madre e hija, dirigen la primera agencia formada por mujeres
"El fútbol es más sucio de lo que me habían contado, pero yo no me he sentido discriminada por ser mujer, aunque las mujeres que realizamos tareas de hombres tenemos que hacerlo dos veces mejor".
Con esta dureza explica Shalimar Reynal cómo le costó hacerse un hueco en el mundo de la representación de futbolistas, dominado históricamente por hombres.
Esta argentina es la fundadora de SR All Stars, la primera agencia de representación integral de jugadores y exjugadores dirigida por mujeres. Para ser precisos, las que administran el negocio son ella y su hija Victoire, ocupándose lo de los contratos y los derechos de imagen de sus clientes.
Crearon la empresa el año pasado en Miami, y ya llevan los asuntos de leyendas como Mario Kempes, jugadores en activo como Mauricio Pinilla o Paolo Díaz, y proyectos puntuales de otras figuras como Carles Puyol. Sus contactos han hecho que dirigente como Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, o Rodolfo D´Onofrio, de River, les hayan hecho un guiño de cara a futuras negociaciones.
"Todo nació de manera muy casual", explica Shalimar en Clarín. Su padre era el empresario William Reynal, el fundador de Austral Líneas Aéreas, que murió un año antes de que su hija pusiera en marcha la agencia de representación.
"Mi padre era el presidente de Austral, la línea aérea privada, y yo tengo el título de piloto comercial de aviones desde los 22 años", asegura.
Por su parte, Victoire se encarga de cuidar la imagen de las estrellas, algo cada vez más importante en el fútbol profesional, aprovechando su experiencia en el mundo de la moda.
"Me encantaría trabajar con Paulo Dybala. Futbolísticamente es un crack y tiene mucho para explotar en términos de imagen y publicidad. Está al nivel de aceptación de Ronaldo o Neymar en redes sociales. Las marcas se fijan mucho en eso y él, a mi entender, no está explotando bien esa posibilidad", dice Victoire.
La madre es fan de River Plate y la hija de Racing de Avellaneda. Decidieron dejar sus trabajos en las finanzas y en la moda a pesar de los consejos que recibían sobre el riesgo intentar romper el protocolo tradicional en el que se desenvuelve el fútbol.
"Me decían que no me metiera porque es un mundo muy duro, en el que no se puede confiar en la gente y que no era una buena profesión", dice Shalimar.
Hizo oídos sordos y se convirtió en agente FIFA en 2014. En estos 3 años ha tenido que aguantar muchas impertinencias, algunas por el simple hecho de ser mujer. "No es que te hagan sentir incómoda cuando negocias, pero sí me ha pasado que al principio son muy educados, pero cuando no va como quieren, se enojan y te tratan mal. En la negociación me tratan como a un hombre. Son negociaciones agresivas, pero es algo que me gusta".
Sin embargo, cree que ser mujer le ha acabado beneficiando, sobre todo respecto al trato con los futbolistas.
"Me respetan muchísimo. Les trato como si fueran mis hijos. Yo tengo cuatro hijos, fui mamá a los 18 años, y cualquier cosa que pase yo sé lo que hay que hacer. Me pueden llamar a cualquier hora. Se sienten protegidos y defendidos", asegura. "Si no juegan, yo voy al club y me ocupo y voy a averiguar qué necesitan".
Así son las caras visbles de la primera y única empresa de representación gestionada por mujeres.
