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Sports
Sofía del Prado superó el bullying lanzando a canasta: "me llamaban cuatro metros, jirafa y patilarga"
05 Octubre 2017 13:19
Sofía del Prado tiene solo 22 años, es licenciada en Relaciones Internacionales y habla inglés, francés y árabe. Por si fuera poco, acaba de ser nombrada Miss Universo España'17 y peleará en Las Vegas por ser la más bella del universo el próximo 26 de noviembre representando a España.
Aunque le aguarda un futuro esperanzador, su pasado es para olvidar: sufrió bullying en el colegio. Cinco largos años de acoso escolar por ser demasiado alta -ahora mide 1,82m- y algo tímida...
La modelo superó todo eso cuando entró a formar parte de un equipo de baloncesto, y ahora intenta ayudar a los niños que pueden estar pasando por una situación parecida explicando su historia en colegios.
"El baloncesto me cambió la vida. Para mí, este deporte lo supuso todo. Tenía 13 años cuando comencé a jugar en el Club Villarrobledo de Albacete y gracias a él superé el acoso escolar. Se metían conmigo por ser muy alta. Supuso empezar a socializar y a tener amigas", dice en Marca. "Todo el club me acogió como una familia y me hizo integrarme, además de enseñarme los valores que te da el deporte como son el compromiso, la responsabilidad y la disciplina".
Hasta entonces, para Sofía era un auténtico infierno tener que ir al colegio. No paraba de recibir burlas de los compañeros y se pasaba los patios sola.
"Una de las cosas por las que más se metían conmigo era por mi altura. Me llamaban cuatro metros, jirafa, patilarga, de todo... Estaba sola, no tenía amigos y eso te va minando. Mi madre lo pasaba mal al verme sola pero me decía que no hiciera caso, que eran cosas de niños... Pero cuando eres niño no lo entiendes", reconoce una de las embajadoras de la Liga Femenina.
Su situación tampoco mejoró con el paso al instituto, donde se metían con ella "en un plano más personal". Incluso llegó a tener pintadas con insultos en la puerta de su casa:
"Me gustaría servir de inspiración o ejemplo a esos niños que pueden estar sufriendo lo mismo y que vean en el baloncesto un apoyo o una salida a ese problema. Es muy complicado hacer entender a los niños que luego creces y todo eso se pasa. En el momento lo pasas muy mal y te puede llevar a situaciones extremas de depresión o incluso de suicidio. Me encantaría que alguien, al escucharme, vea que no me ha frenado nada. Por desgracia, es el pan nuestro de cada día. Pasaba antes, pasa ahora y seguirá pasando a no ser que lo atajemos. Les animo a que sean valientes y que se lo cuenten a los adultos. E insisto en que una de las salidas es el baloncesto, a mí me ayudó mucho".
Ser alta le ha servido para jugar al baloncesto y trabajar como modelo. Habría que ver cómo han acabado los que pintaban en la puerta de su casa...
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