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Pedro Sánchez, único favorito para ganar el Mundial que parece un poco progresista

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¿Qué nos dice esto del estado político del mundo actual? Repasamos con qué gobiernos se ganaron todos los mundiales y... ¿sabes cuántos hay de izquierda y cuántos de derecha o ¿cuántas dictaduras hay?

Ignacio Pato

15 Junio 2018 09:02

Que Pedro Sánchez sea nuevo presidente del gobierno español también tiene una lectura en clave mundialista. Es el único mandatario de un país favorito a ganar Rusia 2018 cuya línea política no se encuentra en el centroderecha o directamente a la derecha.

Repasemos brevemente. Las selecciones que el consenso futbolístico -y arrastradas por él las casas de apuestas- da como máximas aspirantes a ganar la copa del mundo son Alemania, Brasil, Francia, España y Argentina. Bélgica, Inglaterra, Portugal, Uruguay y Colombia les siguen a distancia. Echando un ojo a los gobiernos de las cinco grandes candidatas tenemos a la democristiana Merkel, a Temer que se alzó con la presidencia brasileña tras el polémico impeachment a Rousseff, a Macron y el primer ministro Édouard Phillipe que en el traspaso de poderes con su predecesor dijo "soy un hombre de derechas", al mencionado Sánchez del PSOE y a Macri. Es muy posible que alguna de estas personas experimente este verano una de las mayores alegrías no de su carrera política, sino de su vida: que tu país gane el mundial mientras tú lo diriges. Algunos, con mayor margen de maniobra que otros, es cierto.

La euforia celebrando tras el pitido final, la foto oficial en sede gubernamental, la parafernalia que puede incluir camisetas de la selección con el nombre del presidente para incluirle en el logro deportivo son algunas de las situaciones positivas por las que pasará el mandatario afortunado. Para todos se trata de unir tu nombre, para siempre, a una gesta incomparable en el mundo del deporte: ganar un Mundial. Olvídense de medallas olímpicas, de Tours o de Champions; el mundial no lo gana un gobierno, pero sí una bandera, una idea de país, un orden social que ha hecho posible en en cierto modo el mayor de los éxitos deportivos.

Para Merkel sería la segunda vez. Ya saboreó gobernar una nación campeona del mundo en 2014, aunque para ello hicieran falta en la final hasta cuatro jugadores con orígenes "no alemanes"... y eso que ella misma había decretado "el fracaso de la sociedad multicultural" cuatro años antes. Le acompañaba como presidente federal Joachim Gauck, exdisidente en la RDA.

Si de refresco se trata, el mundial de España, el de 2010, fue para el gobierno de Rodríguez Zapatero un espejismo. Dos meses antes, el gobierno del PSOE reconocía la crisis congelando las pensiones, suprimiendo medidas sociales como el "cheque-bebé" y bajando el sueldo medio de los funcionarios. Menos de un año después, estallaba en las plazas el 15M.

En la Italia campeona de 2006 gobernaba el centro-izquierda de Romano Prodi y en el Brasil de 2002 el conservador Fernando Henrique Cardoso. Mucho más llamativa fue la cohabitación que tenía Francia cuando ganó el Mundial del 98, con el derechista Jacques Chirac como presidente de la República y el socialista Lionel Jospin de primer ministro. Aquello se vendió como el triunfo de una Francia multicultural por el origen de alguno de sus jugadores, sin embargo en las siguientes elecciones Le Pen pasaría a segunda vuelta.

El conservador democristiano Itamar Franco gobernaba Brasil cuando la seleçao consiguió USA'94 y la Alemania que ganó Italia'90 tras la caída del Muro estaba dirigida por el también democristiano Helmut Kohl. La Unión Cívica Radical de Raúl Alfonsín gobernaba la Argentina post-dictadura militar cuando Maradona y diez más consiguieron ganar México'86, y la Italia victoriosa del 82 estaba comandada por el primer ministro no democristiano de la república, el centrista Giovanni Spadolini, y el jefe del Estado, el socialista Sandro Pertini.

De Argentina'78 ya sabemos que se jugó bajo una dictadura militar y que Videla también levantó la copa. Alemania Federal ganó en el 74 bajo la cancillería del socialdemócrata Helmut Schmidt y con el exnazi Walter Scheel como presidente federal.

Brasil levantó México'70 justo cuando la dictadura recrudecía la represión comandada por el general Garrastazu Médici y por el contrario Inglaterra ganó su único Mundial, en el 66, con un primer ministro laborista, Harold Wilson, el primero desde la posguerra con Clement Attlee.

Joao Goulart y sus políticas en favor de la clase obrera fueron depuestos en 1964 por un golpe militar, pero con el izquierdista de presidente Brasil ganó Chile'62. El desarrollismo de Juscelino Kubitschek reinaba cuando la canarinha alzó Suecia'58. El democristiano Konrad Adenauer, uno de los padres de la unión europea, era el canciller de la Alemania Federal triunfante en Suiza'54, y Luis Batlle, conservador del Partido Colorado -intervencionismo sin cuestionar los medios de producción privados-, mandaba en Uruguay cuando el Maracanazo de 1950.

Las victorias italianas del 38 y el 34 se produjeron con la bota geográfica bajo la bota fascista de Mussolini. El primer Mundial lo ganó Uruguay, en casa, con el también colorado Juan Campisteguy.

Recapitulando, son 4 mundiales para gobiernos progresistas o de izquierda moderada (Zapatero, Prodi, Wilson y Goulart), 7 para un centro laxo, 5 para la derecha (Merkel, Franco, Kohl, Schmidt y Adenauer) y 4 para dictaduras de extrema derecha: Videla, Garrastazu y dos de Mussolini.

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