Esta generación se está animando a reinventar los 90

No es noticia que cada mes, por no decir cada semana, nos enteramos de una nueva remake de alguna película de los 90, o vemos en la tele cartoons de esa década. Tampoco podemos negar la vuelta de las cámaras analógicas, que reaparecieron en fiestas y juntadas con amigos.

Pero si observamos bien, los 90 (y por qué no los 80) no regresaron tal como se vivieron, sino que están de vuelta pero reinventados, tomamos lo mejor de esa época y lo mezclamos con lo mejor de la nuestra.

Las zapatillas son un gran ejemplo de esto, volvieron con todo. Hace algunos años podían pasar desapercibidas, ahora no: son grandes, deportivas, con suelas voluminosas y combinaciones de telas y texturas. Lo interesante de esta tendencia es que no pertenece solo a los que vivimos en los 90, sino que aquellos que nacieron a fines de esa década y principios del 2000 también se sumaron. Los primeros extrañamos los objetos con los que crecimos pero, ¿cómo esto pega con tanto éxito en los centennials?

El sábado 24 de agosto estuvimos en el lanzamiento de las adidas OZWEEGO en Santiago de Chile, un evento lleno de música, talleres, skate y juegos retro. Allí pudimos hablar con Loreto Muñoz, Brand Manager de adidas Originals. Ella nos contó que a los que nacimos entre los 90 y el 2000 no solo nos atrae la idea de volver a usar prendas noventosas, sino que queremos algo mucho más grande: agarrar el pasado y reinventarlo: “Ellos quieren cambiar el mundo de verdad, quieren hacer algo ahora mismo por la ecología, la polución. Son tan críticos con lo que está mal que están yendo al pasado para tomar algo bueno y reinterpretarlo”. Lo que distingue a esta generación y su reversión de los 90 es que cada cosa tiene una finalidad y un sentido. “También hay algo melancólico en poder tomar este pasado y reconstruirlo en algo nuevo que le dé un beneficio a la sociedad, no es algo nuevo porque sí. Todo tiene un contenido y un por qué”.

Renata Drago es un gran ejemplo de la importancia que le damos al reciclaje y a la conciencia ambiental. En su taller “Collage para protestas” utilizó viejas revistas para transformarlas en carteles con mensajes poderosos. “Con la importancia que ha tomado cuidar el medio ambiente, a la gente no le gusta tirar las revistas, sino que prefiere darles otro uso. La gente está mucho más consciente del reciclaje y mostrar un mensaje con cosas recicladas tiene un plus” Y también se refirió a la moda: “La gente está usando lo que quiera y ya no existen los géneros: esto lo usaba mi papá, ahora lo uso yo, le sumo collares, pelos de colores, camisas XL, cosas que antes no se veían. Me pongo lo que sea y lo combino como yo quiero”.

Carolina, la creadora de Europa Million, parece estar de acuerdo con esto. Ella fue la encargada de dar uno de los cinco talleres del evento, en el que se vieron cadenas, cintas y retazos por todos lados: enseñaba cómo reciclar prendas y ponerles toda la onda. “El planeta está sufriendo ahora y la industria de la moda es la segunda más contaminante. El momento de actuar es ahora, en 30 años no vamos a poder hacer nada. Por eso encuentro súper válido el ida y vuelta que se da entre las grandes marcas y nosotros, que podemos enseñarles lo que hemos aprendido sobre el reciclaje”, dijo Carolina.

Las marcas dejaron de ser las que nos hablan a nosotros, ahora nosotros somos los que imponemos los temas de los que las marcas quieren hablar. Fran, la encargada del taller de fotografía vintage, siente que actualmente la moda escucha mucho más las peticiones de los jóvenes: “Lo que me gusta de las OZWEEGO es que son veganas y para nosotros los veganos es súper difícil encontrar zapatillas que no tengan cuero, por suerte de a poco marcas como adidas le están prestando atención a esto”.

Tabatha, que dio un taller sobre ciberacoso (y hasta jugó una partida de Super Smash Bros Ultimate con los participantes), cree que los medios y las marcas ayudan también a generar interés acerca del cuidado del medio ambiente y el respeto mutuo: “Me sorprende bastante el interés de esta generación por cambiar el mundo. He visto en internet muchos videos de niños pequeños cuestionándose el comer carne, por ejemplo. Siento que esto es gracias a la difusión y a canales como ustedes que se han encargado de dar a conocer estas cosas”.

Luego de los talleres y charlas la tarde terminó con un recital de Gianluca, en el que todo se tiñó de verde neón al ritmo de hitazos como “Esto no es una canción de amor”. Así vimos que a los centennials y millennials nos gusta pasarla bien (como a las generaciones anteriores) y tener los mejores outfits, pero esta vez la vuelta de una tendencia viene acompañada de mucho más: una generación dispuesta a cambiarlo todo, que no solo se encarga de pedirle al mundo que cambie, sino también que las marcas acompañen sus intereses.