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Artículo Cada vez más personas experimentan 'duelo ecológico' por el cambio climático Now

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Cada vez más personas experimentan 'duelo ecológico' por el cambio climático

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Duelo ecológico, solastagia, ecoansiedad: la factura psicológica del cambio climático es una realidad

PlayGround

15 Enero 2020 17:06

Incendios descontrolados, inundaciones repentinas, especies que se extinguen, aire irrespirable, glaciares que se deshacen... Cada día aparecen nuevas noticias sobre cómo el cambio climático está transformando nuestro planeta. Y casi todas ellas son malas. La mayoría de estos eventos tienen un impacto evidente en nuestro mundo físico. Y no hace falta irse a los extremos: cualquier puede notar que los inviernos son cada vez menos fríos. Pero, ¿qué hay de su impacto en nuestro mundo interior?

Hasta hace poco, las consecuencias psicológicas del cambio climático habían sido poco estudiadas. Pero cada vez hay más pruebas de que el cambio climático y sus efectos están directamente vinculados a problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, las tendencias suicidas, el estrés postraumático y a emociones negativas que incluyen ira, desesperanza, desesperación y un determinado sentimiento de pérdida.

Este último ha sido calificado por los investigadores como “duelo ecológico”. A grandes rasgos, el concepto hace referencia al duelo que se siente en respuesta a la degradación del medio ambiente. Existen otras maneras de denominarlo: depresión climática, ecoansiedad, desesperación climática, eco-nihilismo o solastalgia, un híbrido de consuelo y nostalgia creado por el filósofo Glenn Albrecht. Todas estas denominaciones vienen a expresar lo mismo: tristeza por la pérdida de lo que existía y angustia por la ausencia de futuro.

Lo llames como lo llames, de lo que no hay duda es que se trata de una condición real. De hecho, las ansiedades y angustias generadas por el cambio climático tienden a ser más tangibles que muchos de los males psicológicos que nos afectan. Mientras que algunas enfermedades mentales como la ansiedad o la depresión surgen a raíz de una respuesta irracional a las cosas que nos ocurren, el duelo climático es una respuesta perfectamente racional a la realidad del cambio climático. Esto significa que requiere un enfoque algo distinto para gestionarlo.

El 'duelo climático' puede manifestarse a raíz de grandes desastres medioambientales. Por ejemplo, una de cada seis supervivientes del Huracán Katrina mostraban síntomas equivalentes a los del estrés post-traumático. La mayoría de refugiados climáticos -es decir, aquellas personas obligadas a abandonar su país debido a que un trastorno ambiental impide su supervivencia en el mismo- sufren traumas por ello. Pero no es necesario pasar por situaciones tan extremas para sentir el duelo climático: este también puede aflorar a causa de cambios lentos y progresivos en el entorno, como observar que los veranos son cada vez más calurosos o que los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más frecuentes.

Existen ciertos colectivos en los que la afectación del duelo climático es mayor. Uno de ellos es el de los científicos que se dedican a estudiar ecosistemas afectados por el cambio climático. Tal y como explicaba The Guardian en un reportaje reciente, los investigadores están formando grupos de apoyo en línea y en las instituciones, buscando espacios para compartir sus sentimientos. Los jóvenes también son especialmente susceptibles de sufrir los efectos psicológicos adversos del flujo constante de estudios científicos sombríos y noticias sobre desastres naturales. El paradigma de ello es Greta Thunberg, que ha reconocido que cayó en una depresión al tomar consciencia de lo que suponía el cambio climático.

Cada vez son más los profesionales médicos que reconocen el duelo climático como una enfermedad mental. En marzo de 2017, la Asociación Americana de Psicología publicó un informe llamado Salud mental y nuestro clima cambiante. Aunque el estudio se centraba en problemas de salud mental surgidos tras eventos climáticos traumáticos, también señalaba una creciente preocupación por en el impacto del cambio climático en la salud mental de aquellos que lo observan desde lejos. "En general, el cambio climático puede considerarse una fuente adicional de estrés para nuestras preocupaciones cotidianas", apuntaba el estudio.

El duelo climático, pues, va más allá de ser una depresión que afecta a una persona en exceso preocupada por el clima. Su efecto en la salud mental tiene unas particularidades que hacen que tanto su diagnóstico como su cura no puedan ser los que se aplican en las enfermedades mentales comunes. El mencionado reportaje de The Guardian preguntaba a diversos científicos afectados por el duelo climático cómo lidiaban con ello. La mayoría de ellos coincidían en que el primer paso para poder superarlo es hablar de ello y compartir el dolor y las emociones que experimentan. Y es que a pesar de ser un fenómeno relativamente nuevo, no hay nada de que avergonzarse. Como ocurre con cualquier otro duelo, el duelo climático es un proceso. Y solo puede superarse una vez aceptas que lo sufres.

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