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¿Puede alguien ser culpable de abuso sexual si el encuentro es consentido? La respuesta es sí, si se dan estos supuestos
02 Octubre 2019 19:49
El ciudadano británico Jason Lawrance se encuentra metido en una insólita batalla legal. Intenta invalidar su convicción por doble violación en un caso sin precedentes: su pareja sexual consintió en todo momento mantener relaciones con él. ¿Cómo puede alguien ser culpable de violación si el sexo fue consentido?
“Tengo una confesión que hacer. Sigo siendo fértil. Lo siento xxx”.
Este fue el mensaje que Lawrance le mandó a la víctima pocos días después de su segundo encuentro sexual. La había conocido a través de una web de citas. Antes de mantener relaciones sexuales con ella, él mintió acerca de haberse hecho una vasectomía para convencerla de no usar preservativo. Ella accedió, pero nunca lo habría hecho si hubiera sabido que Lawrance era fértil.
“Eres un bastardo. ¿Por qué demonios me harías algo así?”, contestó ella a aquel mensaje que lo cambiaba todo. La mujer, de 42 años, ya era madre y lo tenía claro: no quería otro hijo. Tras la confesión de Jason decidió tomarse la pastilla del día después. Pero era demasiado tarde. La mujer se quedó embarazada y tuvo que lidiar con la terrible experiencia de abortar.
Lo que ella tampoco sabía es que Jason Lawrance era un violador en serie que acumulaba hasta cinco casos de abusos sexuales, dos de ellos con “violencia brutal”. El resto, seguían el mismo patrón que el suyo. ¿Puede equipararse el forzar a alguien a mantener relaciones sexuales y el engañar con el mismo fin?
"La Sección 74 de la Ley de Delitos Sexuales de 2003 del Reino Unido dice que una persona da su consentimiento si está de acuerdo con su elección y tiene la libertad y la capacidad de tomar esa decisión", dice Sue Matthews, la fiscal principal de este caso. "Al mentir sobre la vasectomía, privó a esa víctima en particular de tomar una decisión informada".
Shaun Draycott, el abogado de la defensa, alegó que "si esta condena se mantiene durante el proceso de apelación, la preocupación es que miembros del público, hombres y mujeres que nunca han sido considerados criminales a los ojos de la ley, estarán en riesgo de ser juzgados por crímenes sexuales graves".
Está claro que Lawrance no ha sido la primera ni la última persona que ha mentido para tener sexo. Entonces, ¿qué implicaciones podría tener este caso? ¿La violencia explícita ha dejado de ser la única línea roja?
Kelly Davis, profesora asociada de la Universidad Estatal de Arizona, ha encuestado a hombres y mujeres de entre 21 y 30 años sobre las tácticas empleadas para evitar el uso del condón cuando el compañero sexual lo desea. De los 313 hombres que participaron, un 23,4% admitió haber engañado a su pareja para tener sexo sin protección al menos una vez desde los 14 años. Para ellos, la mentira forma parte del juego y su única línea roja es la fuerza física.
Sobre el tipo de engaño, un 19,9% usó el compromiso de retirar el pene antes de eyacular, un 9,6% argumentó haberse hecho recientemente las pruebas de transmisión sexual y un 10% confesó haber practicado “stealthing” alguna vez en su vida. El stealthing, por si no lo sabes, consiste en retirar el preservativo justo antes de la penetración o durante el acto sexual sin que tu compañero sexual se de cuenta.
De las 530 mujeres encuestadas, un 6,6% también admitió haber mentido para mantener relaciones sin preservativo al menos una vez desde los 14 años, y la táctica más utilizada fue fingir estar tomando anticonceptivos. Además, un 12% reportó haber sido víctima de “stealthing”.
Muchas personas podrían no considerar estas prácticas como violación pero según cuenta a la BBC Sandra Paul, una abogada especializada en abusos sexuales, este tipo de casos ya están cubiertos por la ley británica.
Un buen ejemplo es el caso de extradición de Julian Assange, el fundador de Wikileaks, que trató varias acusaciones de abusos de esta índole. La sentencia concluyó que el sexo sin preservativo podría ser un crimen sexual si la otra persona consintió las relaciones solo bajo la condición de usarlo.
Para Katie Russell, portavoz nacional de la organización de apoyo a víctimas de violencia sexual Rape Crisis, mentir sobre la intención de retirarse antes de la eyaculación debería caer bajo la definición legal de violación. "Ese es un ejemplo de alguien que aceptó tener sexo con condiciones pero que la otra parte no respeta", opina.
Uno de los casos de esta índole que llegó a un tribunal inglés afectaba a un matrimonio. Ella no quería tener más hijos y solo aceptó mantener relaciones sexuales si su marido se retiraba antes de eyacular. Él aceptó, pero no cumplió con su palabra.
Según cuenta la abogada Sandra Paul a la BBC, la fiscalía del Reino Unido decidió no procesar al esposo por violación, pero su cónyuge pidió una revisión del dictamen. Fue entonces cuando la Corte Administrativa opinó que existían buenas razones para que la fiscalía revisara su decisión.
Sandra Paul explica a la BBC que mentir sobre haberse hecho una prueba de transmisión sexual todavía “es un área gris”. "Es difícil. Creo que si estuviésemos avanzando en el caso de Lawrance, como debemos hacer cuando todavía no existe una legislación escrita, entonces potencialmente sí".
De momento en el Reino Unido ha habido varias condenas a hombres que transmitieron el VIH a sus compañeros. Sin embargo, estos no fueron condenados por crímenes sexuales sino por ser responsables de causarles daños físicos graves.
El abogado de la defensa de Lawrance, David Emanuel, alegó en el juicio que si condenaban a su cliente por haber mentido sobre su infertilidad, entonces una mujer también podría ser acusada por una mentira similar. Pero, ¿realmente es lo mismo?
De momento, no a los ojos de la ley británica, que define la violación como “el delito de penetrar con un pene”. De modo que una mujer no podría ser procesada por violar a un hombre.
"No es comparable. En cuestiones como la contracepción y el embarazo, es el cuerpo, la salud y la vida de la mujer la que se afecta por ese tipo de mentira”, opina Katie Russell de Rape Crisis.
Sin embargo, la abogada Sandra Paul no está tan segura. "La cuestión es hasta qué punto la mentira invalida el consenso. Si un hombre se entera que ha tenido un hijo en estas circunstancias, también se desprenden una serie de consecuencias. Creo que es problemático construir áreas donde estamos protegidas solo por el hecho de ser mujeres".
Estas acusaciones normalmente atañen a mujeres que fingen ser un hombre para tener sexo con otras mujeres o a hombres transgénero que no informan a sus compañeras sexuales sobre su condición. Muchos implican el uso de un pene artificial, de modo que sí que se les puede acusar de violación por penetración.
En el mediático caso de Justine McNally, que fingió ser un adolescente varón mientras mantenía una relación con una chica, la Corte de Apelaciones concluyó que "engañar sobre el género invalida el consenso".
Estos casos llamados “fraude de género” abren el debate sobre si las personas transgénero deberían revelar a sus parejas sexuales su género asignado al nacer.
La abogada y activista Alex Sharpe, que además ha participado en la reforma de la Ley de Identidad de Género, opina en la BBC que “un hombre trans no está engañando a su pareja femenina si se presenta como un hombre, porque es un hombre”.
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