¿Has visto alguna vez cómo funciona la combinación de una caja de seguridad?
Aunque no lo creas, las cajas fuertes ya existían en la edad media. Entonces eran simplemente cofres de madera reforzados con bandas de hierro martillado.
Gracias al desarrollo de la metalurgia del siglo XVIII, se construyeron cajas fuertes de hierro fundido con una tecnología capaz de frustrar los mejores intentos de robo. Aunque estas cajas ofrecían buena defensa contra los robos, no contaban con ningún tipo de defensa contra el fuego, el agua o el polvo. Por eso a mediados del siglo XIX se patentó la primera caja a prueba de fuego.
PIE DE FOTO: Cajas10 (https://cajas10.com)
Sin embargo, la caja fuerte tal y como la entendemos hoy en día queda patentada a finales del siglo XIX. Entonces el afroamericano Henry Brown patenta una “caja de almacenamiento y conservación de documentos” de metal forjado y cierre con llave. Por otro lado, el alemán Joseph Loch patenta la primera combinación mecánica de disco que ha ido evolucionando hasta modelos como el que podemos ver en el vídeo que encabeza este artículo.
Cerraduras con combinación
Antes de la invención de Joseph Loch en 1878, ya existían cerraduras con combinaciones. De hecho, la cerradura de combinación más antigua del mundo forma parte de una pequeña caja encontrada en una tumba romana en Atenas. En lugar de tener agujeros, la cerradura se componía de varios discos. Más adelante, durante el siglo XIII, varios ingenieros musulmanes estudiaron, documentaron y fabricaron varios tipos de cerraduras con combinación.
PIE DE FOTO (Creative Commons con atribución al autor): The Portable Antiquities Scheme, Andrew Richardson
La cerradura que aparece en el vídeo es una cerradura de combinación secuencial, es decir, la típica cerradura de la típica caja fuerte. El mecanismo en sí es bastante sencillo: el núcleo está compuesto por tres rotores y cada rotor tiene una muesca. Cuando las tres muescas quedan alienadas, la barra cae en el interior y la cerradura se abre.
Dependiendo del modelo, las combinaciones pueden ser casi infinitas. Si suponemos que la cerradura tiene tres rotores y cada rotor está asociado a 30 números, podríamos alcanzar 27000 combinaciones distintas. La probabilidad de abrir dicha cerradura sin saber la combinación es del 0,000037%. Es decir, casi imposible.
El arte de abrir cajas fuertes
Sin embargo, y paralelamente al avance de la caja fuerte, también se ha ido desarrollando el “arte del destripado” de los ladrones. Sus técnicas varían desde el simple uso de una vara metálica, hasta un robot.
Sí, un robot programado para abrir cajas fuertes. La compañía estadounidense SparkFun Electronics presentó el año pasado un androide capaz de acertar la combinación numérica de una caja fuerte en menos de 30 minutos, un tiempo record. El robot está programado para deducir la primera cifra de la contraseña, lo que inmediatamente le permite reducir a 1000 las posibles combinaciones.
Sin embargo, parece que este robot se va quedar obsoleto pronto, ya que los avances en la seguridad de las cajas fuertes apuntan a la identificación por radiofrecuencia o interconexión telemática.