Todos listos, cámara en mano. Va a pasar algo importante y hay que inmortalizarlo, para que quede constancia de que estuvimos allí y fue importante para nosotros. Tanto que incluso quisimos usar algunos megabytes de nuestra tarjeta de memoria en vuestra pedida de mano. Y a esto de las grabaciones de momentos únicos se suma hasta el abuelo que quiere estar en esto de la tecnología como el que más.
A petición de un extraño, John Hart —un hombre estadounidense de avanzada edad que estaba haciendo turismo con su nieta—, cogió el iPhone que le ofrecían para grabar una propuesta matrimonial de cuento de hadas en lo alto del Pico Sandía en Albuquerque, Nuevo México. Pero, sin darse cuenta, lo cogió por el lado incorrecto y, en vez de capturar las miradas, la sorpresa, la emoción y el momento protagonizado por los novios, se capturó… a sí mismo.
Pero es una delicia, porque vemos que el hombre es feliz, sonríe y no deja de repetir que todo es hermoso y maravilloso. Su gesto y la naturalidad de su felicidad es tan genuina, intensa y contagiosa que supera en emoción a los recién prometidos, dándonos esa otra perspectiva que los artistas tanto buscan y que, a veces, un simple aficionado encuentra por mera casualidad.
El abuelo John Hart no conocía de nada a la pareja, unos meros visitantes como él mismo y su nieta, que se dirigieron a él para pedirle que grabase el momento de la pedida de mano, le entregaron un smartphone y procedieron a ejecutar un momento único en sus vidas que puede que ahora tengan solo guardado en su cerebro. Si la única grabación que queda del momento es el rostro de John Hart, tendrán la prueba palpable de que, de verdad, todo fue especial y único, porque es lo que el hombre transmite.
No sabemos lo que habrán pensado los prometidos cuando descubrieron el error después de que todo hubiese pasado. El hombre “pensó que estaba grabando la proposición todo el tiempo pero todo lo que vimos en la grabación fue una genuina y sentida reacción a la propuesta, tenía el teléfono hacia atrás”, ha escrito el prometido en Youtube.
Por su parte el abuelo Hart ha comentado que cuando el chico le presentó a su novia, él les comentó que estaban en un sitio único para una pedida de mano, sin saber aún que, efectivamente, ése era el plan. El hombre se siente honrado de haber sido elegido para grabar el vídeo de la pedida y algo avergonzado por lo sucedido, ya que ha comentado : “Creí que sabría manejarlo. Pero sin darme cuenta, me grabé a mi mismo”. Nunca se sabe. Quizá sea mejor así.