Al parecer, la niña se indignó al escuchar a su padre hablar así de uno de sus 'héroes'
Ha pasado apenas semana y media desde que empezó, y ya queda patente —por si lo hubiéramos olvidado— que el fútbol, y especialmente el Mundial de fútbol, es capaz de sacar lo mejor y lo peor de las personas: discusiones, gritos, vasos derramados sobre cualquier hombro vecino al grito de ‘¡gol!’ e infinidad de expresiones de ira que no deberían haber salido por tu boca pero lo hicieron. De eso va la cosa en muchas ocasiones, aunque a algunos les cueste creerlo.
El caso es que, a pesar de que a nosotros ciertos comportamientos o reacciones nos parezcan la mar de normales en este tipo de situaciones, para muchos otros no lo son. Por ejemplo, para los niños, quienes a menudo no comprenden por qué actuamos de determinada manera, sobre todo cuando nuestros actos escapan de toda lógica.
La protagonista de este vídeo es solo un ejemplo de ello. Porque que si por algo se caracterizan en Argentina es por tratarse de un país de pasiones exaltadas, especialmente cuando de fútbol se trata. ¿Cómo iba a caber en la cabeza de esta niña, entonces, que su padre fuera de capaz de insultar a uno de los héroes que representaba (y defendía) a su país en el partido contra Croacia?
A ojos del papá, el futbolista Willy Caballero cometió un tremendo error durante el encuentro hace solo unos días, y su hija, con una madurez inusual para su edad, no dudó en exponer ante la cámara los motivos por los que no era correcto que su padre hablara así del deportista.
Como era de esperar, la lección de la pequeña ya se ha hecho viral, haciendo reflexionar especialmente a un país cuya representación en este mundial no está siendo de las más destacables de su historia.
La pregunta ahora es la de siempre: ¿cuál es la responsabilidad de la niña en este discurso y cuánto hay de obra por parte de su padre?
La red está plagada de niñas y niños cuya lógica nos parece aplastante y, a pesar de que sabemos que si hay alguien ingenioso esos son sin duda los niños, no podemos dejar de preguntarnos cuán responsables son ellos mismos de estos fenómenos virales.
Los ejemplos son infinitos: desde la niña que opinaba sobre lo que significa el Día de San Valentín hasta la que no dudaba en reírse públicamente de la adicción al café de su madre en un viral que lo petó muy fuerte en la red a principios de este mismo año con perlas como ‘un bostezo es un silencioso grito para pedir café’. Ocurrencias que a más de uno le costaría relacionar con una adorable niña de cuatro años.
Sea como fuere, YouTube está lleno también de auténticas lecciones de vida dadas por los más pequeños: desde la niña que explicaba cómo utilizar un lenguaje cada vez más inclusivo hasta la que dio un auténtico rapapolvo a Inditex al explicar en una carta por qué no se sentía cómoda con la distinción de género en las colecciones para niñas y niños.
Los más pequeños son el futuro y se encargan de dejarlo bien claro a través de estos vídeos pero, ¿cuán ético es ponerles delante una cámara y exponerlos para nuestro entretenimiento?