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Desde el mismo momento en el que llegó al palco, Maradona se hizo notar. Antes de que la selección argentina saltara al césped, Diego se marcó un baile con una aficionada nigeriana al ritmo de "No te creas tan importante", el tema de Damas Gratis y Viru Kumbieron.
Las pantallas gigantes capturaron la escena y la hinchada argentina se vino arriba.
Fue solo el preludio del gozo de Maradona durante el partido, aunque también del sufrimiento.
Los argentinos salieron a jugar sabiendo que necesitaban ganar a Nigeria, y de hacerlo en el caso de que Islandia venza a Croacia, por un gol más que los nórdicos. La hinchada se quita los nervios cantando, la pelota empieza a rodar y el sol reina en el estadio Krestovski de San Petersburgo.
Maradona toca el cielo mientras es adorado por los aficionados.
El Pelusa le quitó presión a Messi antes del partido, a contracorriente de la opinión pública. En el minuto 13 Banega le asiste y la estrella del Barça marca.
"Gracias Dios", grita Maradona mientras se sujeta el pecho con los brazos en cruz. El éxtasis le invade mientras le sujetan.
Una cosa lleva a la otra y por la tensión sufrida u otros factores -cada uno es libre de consumir lo que le apetezca antes, durante y después de los partidos-, Maradona se duerme antes del descanso.
En ese momento comienzan a lloverle palos en las redes sociales, como si los mismos que le insultaron nunca bebieran en fiestas o viendo el fútbol, aún sin tener ni idea de lo que Maradona tomó o dejó de tomar en el encuentro. La delgada línea entre la sátira, la crítica, y la falta de respeto hipócrita.
Nigeria empata de penalti y Argentina está eliminada del Mundial. Los miles de argentinos desplazados a San Petersburgo no paran de animar esperando el gol, que se hizo de rogar hasta el minuto 85.
Maradona enloquece y dedica unas peinetas a la grada gritando "puto".
Nada más terminar el partido se hacen virales una imágenes grabadas por aficionados y algunas televisiones en las que Maradona abandona el palco con problemas para mantenerse en pie. Necesitaba ayuda para salir de ahí, hasta que le acercan una silla.
Corren rumores de que le han ingresado en un hospital, pero no son ciertos. Le trasladaron a su hotel.
"Quiero contarles que estoy bien, que no estoy ni estuve internado. En el entretiempo del partido con Nigeria me dolía mucho la nuca y sufrí una descompensación. Me revisó un médico y me recomendó que me fuera a casa antes del segundo tiempo, pero yo quise quedarme porque nos estábamos jugando todo. ¿Cómo me iba a ir? Les mando un beso a todos, perdón por el susto y gracias por el aguante, ¡hay Diego para rato!", posteó Maradona en su Instagram.
El daño ya estaba hecho. Los problemas para mantener el equilibrio y esa cabezada abrieron la veda para que el público le atizara sin miramientos dando por hecho que iba drogado.
Solo él sabe la verdad sobre la montaña rusa emocional que vivió en 2 horas.
