Estaba a punto de ahogarse y gracias a esta técnica consiguió salvar su vida

Por muy increíble que parezca para ciertas personas, no todo el mundo cuenta con habilidades “básicas” como nadar o montar en bici. Aunque nos parezcan habilidades esenciales, no son completamente subconscientes y por lo tanto hay que aprenderlas.

Por eso no es de extrañar que la anciana que protagoniza el vídeo no supiese nadar. O quizás supiera nadar, pero en ese momento no contaba con las fuerzas necesarias para hacerlo.

El incidente ocurrió a mediados de julio en la provincia costera de Shandong, al este de China. Tras caer a un lago artificial en el parque de Redstone, la anciana comprobó que cuanto más intentaba salir más se hundía, así que decidió no malgastar fuerzas y simplemente entró en “modo reposo”.

A los 5 minutos apareció un bombero con un chaleco salvavidas. Nadó hasta ella y la trajo de vuelta. El rescatista va incluso atado a una cuerda por si hay que tirar de él en caso de que no pudiese lograrlo solo.

Las autoridades han confirmado que la señora fue inmediatamente trasladada al hospital en ambulancia y que se encuentra en perfecto estado tras recibir el tratamiento necesario.

Lo cierto es que la señora lo hizo bastante bien, porque ahogarse es más fácil de lo que parece. Una persona joven y en buena forma física podría haber nadado hasta la orilla, pero ancianos, niños y personas con cuerpos en extrema baja forma pueden encontrarse con muchas dificultades al llevar ropa larga mojada y un bolso medianamente pesado. En estos casos, lo es mejor flotar con tranquilidad.

Tal y como informa Abc, en España el perfil más normal de una persona fallecida por ahogamiento es un hombre (80% de los casos) de más de 35 años (71% del total). Además, sobrevivir al ahogamiento también puede tener consecuencias, ya que la privación de oxígeno (anoxia) causa a su vez daños cerebrales.

Como era de esperar, la época en la que más se concentran este tipo de sucesos trágicos es durante el verano. Tanto los ahogamientos como los daños cerebrales se triplican, siendo los niños los principales afectados. Aunque sea desalentador, solo hacen falta 3 minutos y 20 cm de agua para que suceda un drama.

Por eso es necesario tener en cuenta ciertas prevenciones a la hora de meterse en el agua: no consumir alcohol y respetar la digestión, bañarse solo en zonas habilitadas y vigiladas; conocer las normas de seguridad y explicárselas a los niños; no descuidar la vigilancia de menores; tener cuidado con las zambullidas y los resbalones, y salir del agua al mínimo síntoma extraño (escalofríos, fatiga, etc.).