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El conocido como "río de las botellas" ofrece un escalofriante ejemplo de los problemas ambientales que está sufriendo Rusia en tiempos recientes
Playground community
07 Mayo 2018 17:37
La primavera ha llegado a Rusia, y con ella también las altas temperaturas. Y este año el buen tiempo ha revelado un profundo problema de contaminación en este país del norte de Europa. Hablamos del río Pivovarka, que entre la población local ha pasado a ser conocido como "el río de las botellas".
El sobrenombre de este río situado en la ciudad de Barnaúl (en la región de Siberia, al norte de Rusia) se debe al grave problema que suponen los residuos plásticos para la corriente de agua. Desde hace algunos años, cada vez que llega la época del deshielo, el agua aparece completamente anegada de botellas y otros desperdicios no orgánicos.
Tan grave es la contaminación del río, que en los momentos más críticos de la misma no es posible ver el agua a través de la basura. Los habitantes de la población de Barnaúl han hecho varios intentos de limpiar la corriente de agua, pero la cantidad de botellas de plástico amontonadas en la superficie parece no disminuir de ninguna manera.
Ante la pregunta de cómo se ha podido producir semejante desastre ecológico, Alexandra Maloletkova, la responsable de las imágenes y del vídeo con el que pretende denunciar los hechos, respondió lo siguiente: "Me imagino que cuando el caudal del río subió, parte de la basura fue arrstrada desde las orillas por la corriente. Me imagino que la mayoría habría sido desechada por la gente en la orilla, mientras que el resto podría haber flotado hasta aquí desde un vertedero".
En cualquier caso, los habitantes de Barnaúl están comprensiblemente preocupados por el estado del río Pivovarka. Por ello, la población local está discutiendo distintas posibles maneras de limpiar la llamada "isla de las botellas", una zona especialmente afectada de la corriente de agua.
Éste no es el primer problema ambiental denunciado recientemente en Rusia. El país gobernado por Vladimir Putin, debido a una serie de factores sociales, económicos y culturales, se encuentra entre los menos preocupados por el medio ambiente de toda Europa.
Por ejemplo, recientemente se produjeron una serie de protestas en la ciudad de Volokolamsk a raíz de la mala gestión de basuras dentro del municipio. La llamada "mafia de la basura" ha permitido que los niveles de insalubridad de la ciudad lleguen a tales niveles que casi 60 jóvenes en edad escolar han tenido que ser hospitalizados por intoxicación.
El desordenado desarrollo que está viendo Rusia no viene sin una serie de consecuencias. Una de ellas es el consumo desenfrenado de recursos naturales, que se están agotando a marchas forzadas en la carrera del país para mejorar aún más su economía.
Por otra parte, los niveles de corrupción del país hacen que sea todavía más difícil para los rusos preocuparse por el medio ambiente. Así, hasta cuatro laboratorios en la ciudad de Volokolamsk muestran que "los niveles de basura de la ciudad están dentro de lo saludable"; algo que desmiente el reparto de 1.000 máscaras para poder respirar a los habitantes de la población.
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