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Quizás no lo sepas, pero existen prendas de ropa fabricadas CON LECHE

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¿Cómo es posible? Aquí te lo explicamos

Playground community

09 Junio 2018 16:31

Seguramente tengas varias prendas que han sido fabricadas con algodón, poliéster, lino, y otras fibras del estilo. Pero, ¿tienes alguna hecha con leche? Pues existen. Y desde hace bastante tiempo. Y ahora son la razón de ser de Due di Latte, una empresa de moda italiana que fabrica su ropa utilizando leche desechada.

¿Cómo es esto posible? Aunque puede sonar extraño, insólito, casi a locura, viendo el vídeo el proceso parece tan sencillo como natura. Las fundadoras de la marca textil, Antonella Bellina y Elisa Volpi, explican el método paso a paso: de la leche se extrae su proteína más importante, la caseína, para después transformarla en fibra que será utilizada para la fabricación de las prendas. Listo.

Según las fundadoras de Due di Latte, la utilización de estas prendas es beneficiosa para el que las lleva, ya que los aminoácidos de la caseína hacen de hidratante para la piel. Además, el consumo de estas prendas no sólo beneficia al que las usa, sino también al planeta: su fabricación utiliza mucha menos agua que otras fibras, con el consiguiente ahorro en CO2.

Un proceso de casi 100 años de antigüedad

Si nos dijeran que lo de confeccionar textil con leche es una innovación reciente, igual nos lo creeríamos, pero lo cierto es que este proceso se remonta a la Italia de Benito Mussolini, allá por la década de los 30 del siglo pasado.

Fue en el año 1935 cuando la empresa SNIA Viscosa adquirió los derechos de una nueva fibra sintética procedente de la leche, a la que se llamó ‘lanital’ (jugando con las palabras "lana" e "Italia"), y cuyo proceso de fabricación era muy similar al descrito en el vídeo que acabas de ver.

A Mussolini le apasionó la idea, ya que Italia, al igual que muchos otros países, se encontraba perdiendo muchísimo dinero con los excedentes de la leche. De esta forma, vio en el lanital una oportunidad barata de rentabilizar y dar salida a ese exceso de producción láctea, además de representar una fuente de ingresos adicional.

Tanto era así que tras la invasión italiana de Etiopía, Mussolini centró toda su atención en las fibras sintéticas, entre ellas el lanital, para las cuales Italia poseía una gran ventaja competitiva. Subvencionada por el gobierno, SNIA Viscosa pudo producir en 1937 la enorme cantidad de 10 millones de rollos de libras de lanital, lo que equivale a unas 4500 toneladas.

De este modo, y acompañado de una continua propaganda, la ropa de leche se convirtió en un bien italiano por excelencia. Sin embargo, tras unos pocos años de enorme éxito, el interés mundial por esta fibra empezó a disminuir. En parte porque, a pesar del gran apoyo de la prensa y de su visión de fibra de lujo, el lanital se rompía con facilidad, sobre todo al plancharse. Y había veces, cuando se humedecía, que desprendía un olor similar al de la leche agria. Estos factores hicieron que su popularidad cayera en picado. Así, para el año 1948, SNIA Viscosa dejó de producirlo, para centrarse en otras fibras sintéticas.

Pero la historia no acaba aquí. En 2011 se fundó Qmilch, una compañía de moda alemana cuyos productos están fabricados casi en su totalidad con caseína. Su creadora, la diseñadora y microbióloga Anka Domaske, afirmó que la fabricación de sus prendas requería de muchos menos químicos que el antiguo lanital.

Además, estas prendas, como las de Due di Latte, son biodegradables, por lo que su consumo es absolutamente recomendado. En un mundo en el que cada vez somos más conscientes de la necesidad de un consumo responsable y sostenible, las prendas de leche pueden ser una muy buena solución en el mundo de los textiles. ¡Y parece que están de vuelta!

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