La joven estudiante de medicina consiguió salvarle la vida realizándole una reanimación cardipulmonar. Su actitud ha sorprendido a miles de personas en todo el mundo
No todas las historias que se vuelven virales en las redes tienen por qué ser malas o desagradables. De vez en cuando, saltan al público relatos que llenan de esperanza a la gente. En muchas de ellas, personas de a pie realizan actos heroicos o llevan a cabo hazañas que nos hacen recuperar por un momento la fe en la humanidad.
El pasado jueves, una estación de tren de Jinzhou, una ciudad de China, se vio totalmente paralizada debido a un triste suceso: un anciano de 81 años de edad padeció un paro cardíaco en el andén. Sin embargo, lo que comenzó como una terrible situación se dio la vuelta por completo en pocos minutos.
Debido a la avanzada edad del hombre, parecía muy complicado que pudiera salir con vida de lo que le había ocurrido. Aún así, los responsables de la estación decidieron buscar ayuda, y pidieron por megafonía el apoyo de los viajeros. Su esperanza era encontrar a algún médico, o a alguien que pudiera asistir al anciano.
Por suerte, Ding Hui, una joven estudiante de medicina de primer año, se encontraba entre las personas que estaban ese día en la estación de Jinzhou. Tras escuchar el anuncio por megafonía, la chica acudió a toda velocidad al lugar del incidente, y comenzó a practicarle la reanimación cardiopulmonar al anciano.
En las imágenes del vídeo se ve cómo Ding realizaba esta técnica durante varios minutos, al mismo tiempo que hablaba con el hombre para tratar de hacerle reaccionar. En un principio parecía que sus acciones no estaban surtiendo efecto; pero tras diez minutos, el anciano fue capaz de respirar por sí mismo de nuevo.
Finalmente, el hombre pudo incorporarse, y fue trasladado a un hospital cercano para que pudiera seguir recuperándose. Según fuentes oficiales, ha salido sin problemas del percance y actualmente está recuperándose en el centro médico.
Pero probablemente lo más curioso de la situación no fue el heroico rescate llevado a cabo por la chica, sino su actitud tras este. Cuando se le preguntó por qué lo había hecho, Ding respondió que era su obligación ayudar en todo momento a aquellas personas que estuvieran corriendo algún peligro. Sin duda, se trata de una actitud muy noble y especialmente sorprendente viniendo de alguien tan joven.
Estas imágenes nos recuerdan la importancia de ser capaces de salvar la vida de otra persona. Por desgracia, el conocimiento de cómo realizar una maniobra de reanimación cardiopulmonar no está tan extendido como debería; pero aprender a hacer este movimiento puede ser crucial en momentos de necesidad.
Por eso, acciones como las de Ding Hui son un recordatorio de pequeños actos que pueden significar mucho. ¿Cuántos individuos podrían salvarse al año si todos supiéramos cómo actuar en una situación similar?