El pequeño Judah tiene las cuerdas vocales paralizadas, pero gracias a una electrolaringe ha conseguido expresar palabras habladas por primera vez. Su reacción es asombrosa
Escuchar a un niño hablar por primera vez es un momento generalmente reservado tan solo a sus progenitores, sin embargo, en este caso todos hemos podido ser testigos de los pinitos léxicos de este pequeño.
Judah, de 5 años, tiene las cuerdas vocales paralizadas y está aprendiendo a usar su electrolaringe, un dispositivo que emite un sonido vibratorio que puede ser modelado por la lengua y los labios para articular palabras y frases completas.
Como se puede apreciar en el vídeo, el niño se muestra tímido mientras la logopeda intenta explicarle el funcionamiento, pero al final acaba pasando por el aro y consigue articular un “hola” entrecortado que ha conmovido a las redes. Después le cogió el gusto y bajo la supervisión de la especialista fue capaz de enunciar “hola mamá” para sorpresa de todos los presentes.
Judah rie por el uso del electrofaringe
Según comenta su madre, Judah se someterá en el futuro a una operación para solucionar definitivamente sus problemas vocales, pero hasta entonces podrá expresarse a placer con ayuda de este ingenio vibratorio.
Hablando con una electrolaringe
La electrolaringe sigue siendo el método más utilizado para devolver la voz a personas que han perdido la facultad del habla por diversos motivos, como una cirugía extirpadora o un problema de tipo congénito.
Su funcionamiento es sencillo. Al llevar el dispositivo contra la garganta, este genera vibraciones idénticas a las producidas por las cuerdas vocales humanas, que una vez articuladas con ayuda de la lengua y los labios salen de la boca en forma de palabras.
A pesar de que el aparato puede modularse en cierta medida, el sonido de la voz no es muy agradable, aunque se trata de una cuestión secundaria teniendo en cuenta los resultados comunicativos que logra.
Judah usa el electrolaringe
Por otro lado, algunos pacientes recién operados tienen dificultades para apoyar el aparato contra su cuello, especialmente si todavía tienen daños en proceso de cicatrización. Una vez se ha superado completamente la fase de curación, tan solo es necesario un poco de práctica para volver a hablar con normalidad, tal y como está comprobando el pequeño Judah.