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Artículo La ‘sorprendente’ reacción del primer ministro de Países Bajos tras tirar el café al suelo Content

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La ‘sorprendente’ reacción del primer ministro de Países Bajos tras tirar el café al suelo

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¿Reacción espontánea y noble o gesto estudiado para las cámaras?

Playground community

07 Junio 2018 15:42

Uno de los aspectos más polémicos y peliagudos de este primer mundo digital en ininterrumpida comunicación es que hay que hilar muy fino para percibir las líneas que a veces dividen la bondad del buenismo, la perspicacia de la oportunidad pillada al vuelo o su vecina, la demagogia.

Y en esta comunicación total hay cámaras de vigilancia, o de prensa, que recogen cada segundo de los famosos. Y también cada uno de nosotros, con un smartphone en el bolsillo presto a ser desenfundado y a captar una imagen de un instante vano que en cualquier otro momento de la historia se hubiera desvanecido para siempre.

En este vídeo, subido a la red social Twitter, contemplamos al Primer Ministro holandés , Mark Rutte, quién, tras una pequeña torpeza al alcance de todo el mundo, tira un cafetito takeaway, ensuciando el suelo del acceso al Parlamento.

Lo que ha sorprendido a algunos es que, en vez de hacerse el loco, o de meramente avisar al personal que se ocupa de la limpieza y el orden del edificio, en lugar de eso, el político optó por arrebatar a una mopa a un miembro del cuerpo de limpieza y proceder a adecentar el pequeño desastre, él mismo. ¿Es para tanto?

Cabe preguntarse por qué no opta por aceptar que, efectivamente, hay gente cuyo trabajo es ése. ¿Reacción espontánea y noble o gesto estudiado para las cámaras? También llama la atención que el Primer Ministro no sepa que la mopa no es el instrumento adecuado para su caso. Claramente, desconoce cómo se usa. Lo más probable es que, al percatarse de que está siendo grabado, optara por echar mano de lo primero que tuvo a su alcance.

En definitiva, esa es la clave: nos miran, les miramos. ¿De no existir el ojo impenitente, el Gran Hermano del que todos formamos parte, el Vigilante que nos captura en píxeles, hubiera hecho lo mismo Mark Rutte? ¿Es todo real o es una pose, una impostura?

Tal es la desconfianza que estos actos despiertan que algunos ya han optado por creer incluso, que estaba todo siendo escenificado y que se trata de un acto preparado, meramente publicitario. Un gesto populista para forzar la empatía de los ciudadanos hacia el dirigente nacional.

Esta anécdota nos muestra a través de sus interacciones con ciudadanos de variada procedencia, ideología y estatus que hay una división entre quienes creen que uno no elige a un Primer Ministro para que vacíe su propia papelera y quienes creen que tampoco se le caen los anillos si limpia un poco.

Para aquellos que crean en lo de la escena preparada para un postureo mediático, otra anécdota. Ministros de Margaret Thatcher cuentan lo chocante que les resultaba ver cómo, cuando la Dama de Hierro llegó al de Downing Street, la Primera Ministra británica solía recoger personalmente las tazas del té que ofrecía a sus invitados. Está claro que allí la sospecha de postureo no existía. De hecho algunos utilizaron estos gestos para reforzar su machismo y su clasismo de una sola vuelta, cuando la apodaron, despectivamente, “la hija del tendero”. Cuarenta años después, habrá distintas opiniones sobre el vídeo, pero al menos sabemos que Mark Rutte no tendrá este problema.

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