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¿Arte en el fondo del mar? El museo submarino de Cancún te asombrará

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Para disfrutar de las esculturas de Jason deCaires Taylor hay que bucear entre peces

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24 Abril 2018 18:52

En el mar es posible relajarse con un baño refrescante, divertirse con algún deporte náutico o dar un bonito paseo en barco. Y es posible, también, disfrutar de la experiencia de visitar un museo. Buceando.

Esa realidad tan fascinante tuvo su primera expresión en 2006 en las aguas de Grenade, en el mar del Caribe. El escultor británico Jason deCaries Taylor creó allí el primer parque de esculturas submarinas del mundo. Misteriosas escenas de esclavos que perecieron durante las travesías por mar —recreadas a partir de hormigón y cubiertas con el tiempo por algas— pretendían ser un homenaje a aquellos caídos, aunque el propio autor también deseaba hacer una reflexión sobre la convivencia sostenible entre el ser humano y la naturaleza. Tres años más tarde, en 2009, Taylor volvía a ser el gran protagonista con la "apertura" del MUSA, el museo submarino más extenso del mundo, situado en las aguas que separan la costa de Cancún e Isla Mujeres, México.

Con el tiempo, el Museo Subacuático de Arte se ha convertido en una de las mayores y más ambiciosas atracciones submarinas del mundo. Cuenta con 485 figuras que ocupan una superficie de 420 metros cuadrados de sustrato estéril y alcanzan un peso de más de 200 toneladas. La idea de deCaries Taylor fue narrar a través de ellas las distintas actividades cotidianas durante el paso de las civilizaciones. Una obra nacida de su interés por integrar lo natural con lo humano, de manera armónica.

Si como lugar turístico es una delicia para los amantes del submarinismo y del arte más llamativo, el museo también se ha empleado para fines de conservación de corales vivos, rescatados de zonas dañadas.

Esa es, de hecho, una de las constantes del trabajo de Taylor: su esfuerzo por integrar la creación de arte contemporáneo con la conservación de la vida. Desde los materiales usados para la creación de las esculturas (elegidos en colaboración con biólogos marinos) hasta su implantación, pasando por el modo en que se invita a los visitantes a recorrer el museo, todo está diseñado con el fin de promover la vida coralina. Por eso al artista le gusta hablar de coautoría: a la luz de la metamorfosis que sufren sus obras con el tiempo como efecto de la vida marina, él aboga por hablar de co-creación entre el humano y la naturaleza.

El protagonista del video durante su visita al MUSA

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