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Nunca has visto preparar un kebab como lo hace este hombre

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Pista uno: ritmo endiablado. Pista dos: malabares, con espadas

Playground community

30 Abril 2018 17:12

¿Quién no recuerda a Tom Cruise en los 80 haciendo malabares con los cocktails en clubs de luces láser y fluorescentes? ¿Cuántas botellas se rompieron alrededor del mundo a manos de camareros venidos arriba? Así que, cuidado si este vídeo se hace viral. Porque con Tom podía caer una botella en la cabeza de alguien, pero esto es peor. El artista del kebab que podemos contemplar en el vídeo, grabado en la ciudad rusa de Anapa (urbe costera del Mar Negro), maneja cubiertos afilados, y hasta un machete para dar color. Todo mientras elabora suculentos pedidos a un ritmo endiablado.

Pero vamos, de verdad, que recomendamos que no lo hagáis en casa. No nos referimos al kebab o al shawarma, que son lo mismo, sino a las cabriolas con objetos cortantes, afilados o contundentes.

Decíamos que el kebab (literalmente, “pincho de carne”, aunque nosotros hemos eliminado la palabra previa “doner”) y el shawarma son lo mismo a pesar de la diferente denominación. La diferencia es que el kebab procede de Turquía y es lo que hoy se denomina un wrap, con el pan totalmente abierto y envolviendo la carne y aderezos contenidos. En el shawarma, de origen libanes, el pan pita está abierto a la mitad.

Recientemente hubo una polémica rodeando estas especificidades cárnicas, respecto a la posibilidad de que la Unión Europea prohibiera el uso de fosfatos habituales en la elaboración de los rollos verticales de carne de kebab congelada de producción industrial. Se les achacaba que estos compuestos, usados para proteger el sabor y retener el agua en la carne, podrían estar relacionados con el desarrollo de enfermedades cardíacas. Finalmente se concluyó que era una evaluación exagerada, por suerte para los amantes de esta comida rápida. Eso sí, los auténticos expertos suelen preferir el elaborar ellos mismos esos bloques de carne en vez de comprarlos ultracongelados.

El consumo de kebab está sometido a una permanente polémica, generalmente centrada en los aspectos sanitarios e higiénicos de su cocinado, como la mezcla de tipos de carne no conocida por el consumidor, higiene mejorable de los trabajadores y materiales, o la práctica de seguir vendiendo el rulo de carne más allá de las 24 horas en las que, como máximo y en las mejores condiciones, podría servirse.

Estas cuestiones relacionadas con la sanidad son las que nos parecen de verdad esenciales a la hora de disfrutar de un sabroso kebab. Que te sirva un camarero como nuestro bailón amigo en Rusia… eso ya es mera cuestión de gustos. O suerte.

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