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Dos minutos a medio camino entre el experimento de quien tiene mucho tiempo para perder y la performance viral
Playground community
27 Marzo 2018 19:04
Reventar tu ordenador puede ser una magnífica manera de pasar el sábado por la tarde. De hecho, hasta está recomendado por la psicología moderna, aunque, eso sí, solo los más sádicos elegirían una forma de hacerlo tan calculada y estrambótica.
Así, los protagonistas de este vídeo reúnen las cualidades necesarias para entrar directamente en los primeros puestos de la Escala de Maldad del Dr. Stone. Premeditación, paciencia, falta de empatía y un sofisticado sentido del sufrimiento tecnológico, hacen de ellos los más diestros en el tema.
La receta fue sencilla. Primero hicieron acopio de todas las gomas elásticas que había en su tienda de confianza y después fueron insertándolas una por una en la pantalla del pobre ordenador. Al final, la carcasa no pudo resistir la presión que ejercían todas juntas y tras doblarse ligeramente, acaba por convertirse en un durum. ¿Te suena de algo su idea?
Remarcable el detalle abstracto de la pantalla agonizando, toda una explosión catódica de luz y color para acabar la velada.
Ni que decir tiene, permitirse el lujo de acabar con nuestro ordenador es muy beneficioso para gestionar la rabia. La Crash Therapy propone esta excitante idea y en los últimos años han proliferado las empresas que te permiten practicarla de forma segura.
Te pones un mono, coges una gafas de protección y te lías a martillazos con todo lo que te pongan por delante. De esta manera, es posible externalizar la frustración y la rabia que nos produce el trabajo, la vida social o cualquier otro condicionante interno, mediante la liberación de adrenalina, al mismo tiempo que vaciamos el depósito de la ira antes de que sea demasiado tarde.
No olvidemos que una internalización prolongada de esta clase de emoción suele desembocar en ataques indiscriminados contra las personas que tenemos cerca o autolesiones, con el consecuente arrepentimiento posterior por no haber sabido mantener la boca cerrada.
Ni una cosa ni otra. Según Encarni Muñoz, psicóloga que utiliza esta herramienta en sus terapias, “la rabia es una emoción primaria, es decir, necesaria y existente en todo ser humano, por lo que inhibirla es algo contra-natura”.
Por ello, este recurso está indicado para todas las personas que tienen dificultades para expresar su rabia, bien sea colectivamente o de forma individual. Detrás de esta patología pueden subyacer muchas causas, aunque, en general, el paciente se siente sin derecho a expresar esta clase de sentimientos tan polares.
Pero no vale solo con desahogarse; es necesario determinar el origen de la rabia para aplacar sus efectos sobre la emocionalidad del individuo. Lo siguiente es alimentar esa fuente o fuentes y forzar el estallido reiterando el recuerdo de las mismas. Al final de la sesión, el paciente se siente liberado y a medio plazo adquirirá instrumentos que le ayudarán a exteriorizar razonablemente su ira.
Entonces, ¿los protagonistas del vídeo están tratándose y ni siquiera lo saben? Probablemente, ya que destruir su viejo ordenador, fuente habitual de sinsabores, es una forma muy sana de cerrar el círculo, aunque hay una buena dosis de curiosidad en el asunto.
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