Rescata ‘in extremis’ a una oveja que había quedado completamente sepultada por la nieve

Nos encanta la nieve. Es divertida y preciosa y los aficionados a los deportes de invierno tienen mil posibilidades de disfrutar del frío. Pero, como todo, la nieve también tiene su lado peligroso en forma de tormentas, borrascas, aludes o ciclogénesis repentinas que pueden dejar poblaciones aisladas y peligrosísimas acumulaciones de nieve de muchos metros de altura en poco tiempo.

Es el caso de la Tormenta Emma que ha azotado Gales en los últimos días. Robbie-Alman Wilson y su esposo, que regentan una granja ovina en la localidad de Llanwister, vieron cómo parte su rebaño de casi dos mil ovejas quedó prácticamente sepultado por una intensa nevada.

En el vídeo vemos a Robbie luchando con sus manos por rescatar a una de sus ovejas. Se mueve con rapidez porque, en estos casos, la nieve no está asentada y es extraordinariamente inestable. De hecho, para los senderistas y esquiadores que se ven en situaciones similares, la regla de oro es la rapidez, ya que la burbuja de aire que puede formase al quedar sepultado se agota rápidamente y, si la nieve se asienta, es muy difícil de retirar.

Afortunadamente en el vídeo podemos ver cómo la oveja confía en su dueño y rescatador, que trabaja incansable por sacarla de un trance que pudo acabar con su vida.

De hecho, Robbie Alman Wilson ha manifestado que desconoce cuántas de sus dos mil ovejas pueden haber perecido en la nevada. El y su mujer han estado saliendo cada día en su busca, desde la terrible nevada, y creen que casi todo el ganado se desplazó a zonas bajas en las que estarían a salvo, si bien no sabrán con seguridad el número de bajas hasta que la nieve se derrita por completo. “Espero que no sean más de diez”, ha manifestado.

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