Si la medicina tradicional asiática lleva 2.000 años utilizándolo, es por algo
Por si no lo sabías, el jengibre no es ni un tallo ni es una flor. El color pardo de su corteza, sus brotes y nudos irregulares y sus relieves abultados, en realidad, forman una raíz.
Cada vez se utiliza más como condimento gastronómico, pero es que también es una planta medicinal altamente saludable.
Pero, ¿cómo se utiliza?
Lo primero que hay que hacer es pelarlo como lo harías con una patata cruda. Eliminar su capa superior para dejar al descubierto su intenso color amarillo y su crujiente textura.
Su sabor, sin cocinar, es fuerte y picante. Una potente personalidad que agrada y disgusta a partes iguales. Sin embargo, hay muchas maneras de prepararlo.
El agua de jengibre es una forma muy habitual de consumirlo. Esta infusión de la raíz picada y colada puede tomarse tanto fría como caliente. Un chorrito de limón le aportará más aroma y frescor, y una cucharadita de miel, suavizará su particular sabor.
Otra forma de experimentar con esta raíz es añadiendo una pizca de jengibre rallado a las limonadas, los jugos de naranja o incluso a otras infusiones como la manzanilla.
También puede utilizarse para aliñar ensaladas y salsas, sazonar pescados al horno o carnes asadas y en la elaboración de recetas de cocina asiática.
Recuerda este truco: el sabor del jengibre tendrá menos presencia al añadirlo al comienzo de la preparación, y será más notable cuanto más tarde lo incorpores.
Pero, ¿cuáles son las propiedades que hacen que la medicina tradicional asiática utilice el jengibre en sus prácticas desde hace más de 2.000 años?
1. Alivia la irritación gastrointestinal y, por lo tanto, es muy recomendable para tratar los problemas digestivos.
2. Mejora la circulación y es antiinflamatorio.
3. Es un buen remedio casero contra las náuseas.
4. Ayuda a entrar en calor, así que es muy útil en épocas de frío. De hecho es diaforético, es decir, que hace sudar al cuerpo porque lo calienta desde el interior.
5. Funciona como analgésico natural, reduciendo significativamente tanto el dolor muscular como el sufrido durante gripes, menstruación o el experimentado tras el ejercicio físico intenso.
6. Algunas culturas consideran que se trata de un efectivo afrodisiaco.