PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Este adorable pez de colores ha sido pillado dándole un besazo a un curioso gato Content

Content

Este adorable pez de colores ha sido pillado dándole un besazo a un curioso gato

H

 

¿Muestra de amor interespecies o mera provocación de un pez sobrado de chulería?

Playground community

16 Julio 2018 20:37

El amor entre miembros de diferentes especies parecía relegado a los relatos fabulosos, pero este vídeo nos demuestra que todo es posible cuando se trata de establecer una conexión con otro compadre planetario. Vale, igual nos estamos recreando mucho en la escena y vemos lo que queremos ver, pero es que más tierno... imposible.

Tal y como puede apreciarse en las imágenes, un libidinoso pez dorado asciende desde el fondo de su pecera para robarle un beso a un gato que sacia su curiosidad al borde del abismo acuático.

El momentazo fue capturado en la ciudad de Tangshan, provincia de Hebei, en China, y desde que se publicó a finales del pasado mes no ha dejado de engordar su lista de visualizaciones.

El mundo al revés: los gatos, el agua y los peces

Visto lo visto, la grabación tira por tierra algunos de los tópicos más extendidos en torno a los gatos, a saber, su animadversión al agua y su pasión por el pescado. Y es que todos suponemos erróneamente que los felinos pueden mantener ambos dogmas sin caer en una terrible contradicción: los peces viven en el agua. Por ende, para que un animal originario de climas desérticos desarrolle el gusto por los productos de lonja, debe vencer su hidrofobia de forma previa.

El propio Darwin ya se fijó en esto y filosofó acerca de las capacidades del gato de un tal Stanley que había aprendido a pescar truchas en un río cercano a su casa: “Este parece ser un método natural de coger presas, normalmente perdido por la domesticación, aunque todavía retienen un fuerte deleite por los peces”.

Sintetizando, la idea de que un gato que nunca ha entrado en contacto con el agua pueda disfrutar de una vianda propia de este medio sin intervención humana es cuanto menos absurda, ya que, dejando de lado la influencia del hombre, la dieta de todos los animales está profundamente marcada por su entorno.

“Muy raros son los gatos que comen pescado; si bien algunos pescan en aguas poco profundas, a la mayoría no les gusta mojarse, salvo los felinos turcos de Van, que suelen nadar” para escapar del calor, señala Andrew Edney en su obra Gatos y otros felinos, publicada en 1999.

No obstante, una cosa es que los gatos no se alimenten de pescado porque no les guste y otra muy distinta que pasen de mojarse para conseguirlo. En teoría todos los gatos pueden ser o no amantes del pescado, todo depende de su proceso de aprendizaje y de las circunstancias especiales de su ecosistema.

Eso sí, es conveniente tomar algunas precauciones antes de poner a convivir a estos dos animales supuestamente antagónicos, porque está en la naturaleza del gato ver con malos ojos la intromisión de otra mascota en su territorio.

Situar el acuario en una zona de difícil acceso para el cuadrúpedo y taparlo para evitar posibles zambullidas en busca de comida son dos actuaciones preventivas recomendadas por los expertos que pueden evitar un “piscicidio” prematuro.

Por otro lado, no es muy acertado intentar esconder al pez para que nuestro gato no se de cuenta, es mejor que el gato se vaya acostumbrando poco a poco a su presencia y corregir aquellas conductas que menoscaben su integridad.

share