Todos nos hemos levantado alguna vez con la sensación de haber hecho algo indebido después de empinar el codo la noche anterior, pero lo de estos dos no tiene parangón. Hay que tenerlos cuadrados para agenciarse un autobús de 85.000 euros y estrellarlo en medio de una carretera secundaria para luego seguir la fiesta en otro lugar.
Los adolescentes, en claro estado de embriaguez, forzaron su entrada al vehículo de 41 plazas propiedad de la compañía Pulham & Sons en Tetbury, un pequeño municipio del condado de Gloucestershire, en la región Sudoeste de Inglaterra. Por lo visto, después de unos minutos estudiando su funcionamiento, nuestros protagonistas fueron capaces de ponerlo en marcha y recorrer cerca de 15 kilómetros mientras se alternaban en el asiento del conductor.
Durante su hazaña se les puede escuchar gritando:
“¡Acabamos de robar un autobús… hemos robado un autobús… no hay nadie a parte de nosotros!”
Claro, al final pasó lo inevitable y tras invadir ligeramente la cuneta perdieron definitivamente el control del vehículo, que acabó volcando con los dos jóvenes en el interior. Afortunadamente no se partieron la crisma y pudieron salir sin problemas aprovechando una de las ventanas rotas para después iniciar la huida.
Adolescente robando bus
Los asaltantes, Harry Atley, de 19 años, y Thomas Bloomfield, de 18, fueron identificados por una empleada de la empresa de transportes, Kathryn Pulham, quien nada más ver las imágenes grabadas por la cámara de seguridad del autobús tiró de sus dotes detectivescas y los rastreó en Facebook.
Tras ser detenidos por la policía fueron puestos a disposición judicial y acabaron declarándose culpables ante el juzgado de Gloucester Crown. Están acusados de apropiación indebida de un vehículo público y conducción peligrosa (ultra peligrosa, diríamos nosotros).
En el transcurso de su comparecencia, el juez Michael Cullum repasó el incidente: "Durante catorce minutos y durante nueve millas, ustedes dos manejaron un autobús que legalmente no tenían derecho a conducir, incluso si hubiesen estado sobrios”.
Autobus después del robo
Los dos fueron condenados a ocho meses de prisión y deberán pagar una compensación de 10.000 libras a Pulham and Sons Coaches Ltd. También tendrán que hacer 200 horas de servicios comunitarios y no podrán conducir “ni un monopatín” hasta dentro de 18 meses.
Está claro que algunas resacas duelen más que otras, sobre todo en el bolsillo, un indicador como ninguno de la envergadura de nuestras peripecias al otro lado de la ley.
Para terminar, un consejo, si bebes, no robes autobuses.