El derrumbe del primer piso, grabado en tiempo real por varias de las personas presentes, ha dejado 30 heridos de diversa gravedad
Cantaban, bailaban, saltaban, y de repente... la casa se los tragó. Más de 30 personas resultaron heridas, 9 de ellas de gravedad, en el colapso del suelo de una casa de campo alquilada por estudiantes de la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur. El incidente tuvo lugar la madrugada del domingo.
Al parecer los jóvenes habían montado el club en el primer piso del inmueble, y como puede apreciarse en el vídeo que encabeza estas líneas, estaban bailando “a muerte” antes de que el peso excesivo y la fuerza de la gravedad mandara a un buen número de ellos al sótano.
Uno de los afectados, Jeremy Tester, declaró para la CNN que sintió algo extraño bajo sus pies antes de que el suelo se viniera definitivamente abajo. "Se podía escuchar el piso a punto de romperse”, comentó, “pero nadie pensó que iba a suceder. Simplemente siguieron adelante".
Aquí puedes ver el momento desde otro ángulo.
Leroy Pearson contó a WYFF que se encontraba en el centro de la pista saltando con las manos en el aire cuando percibió una sensación de caída y acto seguido se desmayó. Al volver en sí vio "chicas por todas partes con sangre en la cara”.
Jaylen Adams tuvo más suerte. Casi al borde del desastre se dio cuenta del “efecto trampolín” que provocaba la gente al saltar y se dirigió al balcón del apartamento, evitando así caer al vacío junto al resto de compañeros de juerga.
Según el jefe de la policía local, Jimmy Dixon, la vida de ninguno de los más de 30 heridos corre peligro a estas alturas.
La mayoría de personas atendidas por los servicios de emergencia presentaban laceraciones y fracturas de diversa consideración.
"Estamos agradecidos de que no haya sido peor que lo que fue"
Jimmy Dixon
La Universidad de Clemson afirmó en un comunicado que la tragedia ocurrió durante una fiesta de bienvenida organizada por la fraternidad KAP a la que también acudieron no universitarios. La rectoría ha reiterado su intención de continuar “haciendo todo lo posible para ayudar y apoyar a sus estudiantes, así como a sus familiares” y ha abierto una investigación paralela para identificar a los organizadores. Rodarán cabezas.
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