El minino solo quería un poco de atención... en el peor momento
Jerzy Targalski, un reconocido catedrático, historiador y politólogo de Polonia, jamás pensó que uno de sus gatos le eclipsaría durante una entrevista para la televisión polaca. El nombre del minino es Lisio. En menos de 24 horas se ha convertido en un nuevo protagonista viral en las redes sociales.
El Dr. Jerzy Targalski se encontraba en medio de una interesante entrevista sobre las tensiones políticas en Polonia cuando su felino se le subió a los hombros. Lisio se encontraba sentado en la mesa al lado del entrevistado hasta que decidió comenzar a trepar por el cuerpo de su dueño y a lamerle la oreja. Contra todo pronóstico, la conexión no se interrumpe sino que continúa con total normalidad. De hecho, es común encontrar entrevistas de Targalski junto a sus gatos.
Este cómico momento recuerda al que sucedió años atrás cuando Robert Kelly, un corresponsal de la BBC en Corea del Sur y profesor de ciencias políticas de la Universidad Nacional de Pusan, fue interrumpido por la inesperada entrada en escena de sus hijos mientras hace un directo con la BBC Mundo. En aquella ocasión, Kelly hablaba sobre el escándalo que rodeó a la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, y la decisión de la Corte Constitucional de destituirla. Así explicaba lo sucedido días después de que la escena diera la vuelta al mundo.
Le pasó lo mismo a este profesor de historia del cine de California cuando hablaba con Al Jazeera sobre los entonces recién concedidos Globos de Oro. El hombre daba su opinión sobre la gala, y de repente... se cuela en la imagen su hijo con un juguete en el mano.
La situación nos dejó una reacción muy distinta a la que generó el “percance” en casa de Kelly. Nada de caras de embarazo. Nada de carreras ni malos gestos para espantar al hijo.
Targalski, por su parte, ni se inmuta. Gesto de piedra. Mientras el gato sube hasta sus hombros, le lame la oreja e incluso le pone el rabo sobre su rostro, el doctor no para de hablar en ningún momento y tampoco intenta que el minino se baje de ahí. Estamos seguros de que el hombre conoce ese estudio reciente publicado en la revista científica Animal Cognition que viene a confirmar lo que muchos sospechaban: los gatos no nos hacen caso, porque no les da la gana.