Las imágenes captan el momento en el que varios cetáceos nadan en aguas de Wilmington, Carolina del Norte, donde varias calles se convirtieron en extensión del océano
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El huracán Florence está dejando imágenes escalofriantes a su paso por los Estados Unidos. A la vez también nos deja escenas tan curiosas como esta: un par de delfines nadando por las aguas crecientes causadas por el huracán en las costas de la ciudad portuaria de Wilmington, en el estado de Carolina del Norte, la ciudad más afectada por los efectos de Florence.
Vemos a los dos cetáceos nadando contracorriente por las fuertes aguas, en un lugar lejano a su hábitat natural. El clip muestra una zona con varios pantalanes flotantes y barcos amarrados, lo que da a entender que se encuentran en una zona costera muy cercana a tierra. Algunos testigos aseguran que los animales llegaron a nadar por calles que se convirtieron en extensión del océano por culpa de la ingente lluvia.
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No sabemos si estos delfines se encontraban tratando de ponerse a salvo de las fuerzas del huracán o si simplemente habían sido arrastrados por este. Lo que ha quedado claro es el poder destructivo de Florence, un huracán que ha causado estragos en toda la costa este de los Estados Unidos.
Carolina del Norte, el estado más afectado
Florence tocó tierra el pasado viernes 14 de septiembre en la costa este de EEUU trayendo vientos de hasta 145 km/hora y fuertes lluvias que ocasionaron inundaciones tremendas, la destrucción de miles de propiedades y la muerte, hasta ahora, de al menos 37 personas. Algunas de ellas realmente trágicas, como la de Kaiden Lee-Welch, un bebé de menos de un año que fue arrastrado por la corriente de las fuertes aguas en la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte.
De todas estas muertes, alrededor del 80% ocurrieron en el estado de Carolina del Norte, que es sin duda el más afectado por el ciclón, seguido de su vecino Carolina del Sur. Ahora, el estado trata de recuperarse después de que el pasado martes Florence continuara su camino hacia el norte, ya debilitado y convertido en un ciclón post-tropical de baja presión.
Ahora toca recomponerse y reconstruir el desastre, cuyo devastador efecto en los Estados Unidos se compara con el de otros huracanes ya históricos como el Katrina o Harvey. Poco se puede hacer ante la feroz e implacable fuerza de la naturaleza.
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