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Artículo "Tú no me dices qué hacer, porque yo sí pertenezco a este lugar". Otro incidente racista calienta las redes Content

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"Tú no me dices qué hacer, porque yo sí pertenezco a este lugar". Otro incidente racista calienta las redes

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“Por cosas así se está jodiendo este país”

Playground community

05 Noviembre 2018 21:12

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El racismo es un virus que nos espera, agazapado, dónde menos lo esperamos. Y puede ser fácil infectarse si no estás presto a combatirlo dialécticamente, con paciencia, preparación y cultura.

Si uno piensa en Londres, es probable que conceptos como cosmopolita, "multicultural" o "melting pot" vengan a la cabeza. Es así desde hace décadas, en gran parte por los efectos colaterales de su pasado colonialista. Pero aún hay gente en Londres que piensa que es legítimo racializar a una persona y usar ese rasgo como criterio de clase, de primacía, de pertenencia o exclusión.

Lo que se puede contemplar en el vídeo que encabeza estas líneas aconteció el pasado 26 de octubre en el interior de una de las tiendas de una de las cadenas de supermercados más famosas de Inglaterra, Sainsbury's. Esta tienda en concreto está situada en Londres. Y en la grabación, realizaba por otra cliente, vemos a un ciudadano -ya pensionista, al parecer- que se queja de manera destemplada del trato que le estaba dispensando un guardia de seguridad del establecimiento.

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El momento hubiera quedado como una discusión sin más, un roce relativamente común, si no fuera por dos aspectos. Primero, las malas maneras con que el hombre planteaba su queja. Lo hizo a gritos y de manera no muy coherente. Y segundo (y más importante), apelando a factores racistas, diciéndole al guardia de seguridad, afrodescendiente, que “él no pertenecía ahí”, mientras que el cliente presuntamente ofendido, sí.

Por lo que deducimos del sonido, la mujer que graba sí pertenecía ahí -por usar la terminología del chillón cliente- y no le hace ninguna gracia el comentario, probablemente le produzca vergüenza ajena. Tampoco despierta simpatías entre otros clientes y entre el personal de gerencia del establecimiento, particularmente entre aquellos también afrodescendientes.

El individuo se sospecha que podía llevar encima una copa o dos ya que es cliente habitual y jamás había dado ningún problema. Pero esta vez, infectado, lo dejó supurar. “Por cosas así se está jodiendo este país”, grita.

Afortunadamente, el incidente no subió al siguiente escalón que todos los allí presentes temían: la agresión física, dado que el individuo no parecía dispuesto a calmarse. Por supuesto, parte del mérito es del equipo de la empresa, empezando por el propio vigilante de seguridad que le dejaron descargar sin provocar ni responder a las provocaciones. Bien por él.

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