El vídeo acelerado de los astronautas llegando a la luna es mucho mejor que el original

El enorme peso del imaginario audiovisual en nosotros se manifiesta en que, incluso para los millennials, la cámara rápida está asociada a la comedia, lo ligero y lo divertido. Para quién tenga entre sus conocimientos el haber disfrutado del cine mudo y de genios como Chaplin, Buster Keaton o Harold Lloyd, se hace imposible ver imágenes a alta velocidad sin esperar que vaya a haber alguna persecución o caída. Y más si lo acompañas con alguna música de piano. Y más si es en blanco y negro.

Por eso, cuando al usuario de Twitter @sebastia_me se le ocurrió acelerar las míticas y muy históricas imágenes registradas por los viajeros del primer vuelo tripulado a la Luna -el Apolo 11, allá por 1969- puede que no imaginase la que iba a armar en la citada red social.

Porque poco a poco, tras miles de RTs y FAVs, entre carcajadas que cruzaban continentes, otros usuarios de Twitter iban haciendo sus variantes… Que si la música de Benny Hill, que si tonadillas infantiles, que si música ragtime al estilo de los cortos cómicos del cine de los años 10 y 20 del pasado siglo... Todo ello ilustrando los paseos, caídas y toma de muestra de la pareja ataviada con sus trajes espaciales.

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El paseo lunar a velocidad x 10 ha causado sensación, aunque ni así se han librado los hilos de comentarios de los habituales escépticos que siguen creyendo en la conspiranoia de que todo fue una serie de filmaciones falsas realizadas con la complicidad del gran Stanley Kubrick siguiendo las indicaciones de la CIA y del gobierno norteamericano de entonces. En fin.

Era 1969 y Aldrin y Armstrong correteaban y saltaban todo lo que la gravedad lunar les permitía y hoy podemos bromear sobre ello y disfrutar de las chanzas. No hay nada malo en ello ni en nada disminuye su heroicidad tecnológica. Nada hay sagrado. Ni la Historia. Ni la Ciencia. Y puede que esté bien que así sea.

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