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El conductor hace amago de atrapellarla varias veces hasta que finalmente la embiste contra una pared. Deberá cumplir 12 años de cárcel por su acción
Playground community
23 Enero 2019 20:27
Hace escasos días era el aniversario del fallecimiento de George Orwell, cuya figura y obra sigue pesando en la cultura popular como referente en cualquier tópico que se refiera al control de cada momento de nuestra vida por parte de un Estado que todo lo ve y todo lo vigila. Bajo esta sombra, siempre han estado bajo sospecha la proliferación de las cámaras de seguridad. Pero de vez en cuando llegan vídeos a las redes que apoyan esa idea de que las cámaras de seguridad en el espacio público son de utilidad para la prevención y la condena del delito.
Una de las personas que ahora podría discrepar de esta decisión va a pasar los próximos 12 años entre rejas.
Kirk Starzyk, ciudadano de Scunthorpe (Gran Bretaña), se pudo ver por la tele, como quien dice, durante su juicio. Una grabación de cámaras de seguridad y el testimonio de una víctima bastaron para condenarle. ¿Su acción? La que veis en el vídeo que encabeza estas líneas, editado a partir de tomas de dos distintas cámaras que complementan el violento hecho criminal que Starzyk llevó a cabo contra una mujer.
El perpetrador, de 55 años de edad, utilizó su coche como un arma, lanzándolo contra Deborah Nicholson y atrapando su cuerpo, presionándolo entre su coche y una pared.
A razón de ello, la señora Nicholson sufrió considerables y dolorosas heridas. Y aunque el autor de estas acciones dijo que no actuó con tal intención, la evidencia de lo hecho era aplastante.
Testigos presenciales intervinieron aquel día, por lo que Starzyk optó por pisar a fondo y huir. Probablemente, la presencia de estas personas fue lo que salvó la vida de esta mujer. Todo por una discusión entre perfectos desconocidos que llegó demasiado lejos. Y no cabe como excusa el hecho de que ella le abofeteó primero, por supuesto. O que la discusión tuviera origen en una transacción de pequeñas cantidades de droga que fue derivando a peor. Estamos hablando de un coche usado como ariete contra una persona. Un acto irreflexivo y brutal, desprovisto de toda lógica, en el que se usó un arma mecánica como extensión de una fuerza propia de por sí abusiva.
Si no piensas, no conduzcas. Ni te vengues.
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