Miles de niños sufren al año situaciones extremas de abandono como las que podemos ver en el vídeo. Solucionar este problema debería ser una de nuestras prioridades.
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Los niños son los miembros más vulnerables de toda sociedad. Hasta que no alcanzan cierta edad, lo tienen muy difícil para valerse por sí mismos. Nuestros instintos nos impulsan a tratar de protegerles, a cuidarles. Por eso es extremadamente chocante ver situaciones en las que un niño es abandonado, repudiado o simplemente tiene que vivir en condiciones extremas. Cuando observamos algo así, a la mayoría de nosotros se nos encoge el corazón, y nuestro primer impulso es tratar de ayudar al pequeño.
Precisamente es lo que ocurrió el pasado 15 de agosto en la India, en un pueblo llamado Chennai. Una mujer pasaba cerca de un sumidero para recoger agua de lluvia cuando escuchó un ruido, similar a un llanto o un lamento. En un principio pensaba que se trataba de algún animal abandonado, pero su sorpresa fue enorme cuando decidió ayudar a la criatura que estaba allí atrapada.
Lo que había dentro del sumidero no era un animal, sino un recién nacido cubierto de restos de cemento y agua sucia. La mujer, que solo se ha identificado como Geeta, consiguió sacarle con mucho cuidado del agujero y ponerle a salvo.
La criatura se encontraba atrapada entre dos tuberías dentro del hueco, y todavía tenía el cordón umbilical, que se le había enrollado alrededor del cuello. Una vez que consiguieron rescatarle, le llevaron a un hospital público cercano, donde todavía se encuentra recuperándose.
Los médicos dicen que el pronóstico del pequeño es muy bueno, y que muy probablemente supere el incidente sin sufrir ninguna secuela. Sin embargo, no todos los niños que padecen un destino similar tienen la misma suerte.
Miles de niños son abandonados cada año nada más nacer. Ocurre especialmente en los países menos desarrollados, en los que las familias no tienen acceso a suficientes recursos para mantener a sus hijos, ni a métodos anticonceptivos para evitar el problema desde el principio.
La buena noticia es que, en varios de los países que más lo necesitan, existen multitud de organizaciones que tratan de ponerle remedio a este problema. ONGs, orfanatos, grupos de voluntarios... en casi todos los países es posible encontrar a personas trabajando sin descanso para tratar de mejorar la vida de los niños más vulnerables.
Aún así, todavía queda mucho trabajo por hacer. No solo hacen falta más recursos económicos o más voluntarios. También es fundamental contar con el apoyo de toda la sociedad y concienciar a los ciudadanos de los países con más recursos. Solo de esta manera se podrán erradicar para siempre escenas como las del vídeo.