Los responsables de una granja cercana desecharon miles de huevos en el vertedero local creyendo que estaban en mal estado, y unos días después...
Una invasión insólita. Una invasión amarilla. Las imágenes fueron recogidos en la Georgia, en una pequeña localidad conocida como Marneuli. En el transcurso de varios días la tranquilidad de la población se vio perturbada por unos extraños visitantes: miles de pollitos recién nacidos correteando por sus calles.
Algunas de las reacciones más comunes frente a lo ocurrido fueron la incredulidad y la diversión. ¿Cómo pudo pasar algo así?
La respuesta hay que buscarla en el vertedero local, que se encuentra muy cerca de la localidad. Una granja criadora de aves de corral decidió tirar allí miles de huevos, creyendo que estaban en mal estado. Sin embargo, gracias al calor de la basura, la gran mayoría de ellos consiguió eclosionar.
Los animales, al nacer, se dirigieron directamente hacia la ciudad, seguramente en busca de comida. Por suerte, los habitantes de Marneuli han decidido adoptar a muchos de los pollitos. De momento, la granja responsable de tirar los huevos todavía no ha hecho ninguna declaración oficial.
La suerte del desahuciado
A pesar de lo insólito de su nacimiento, estos animales sin duda vivirán una vida mucho mejor con sus nuevas familias adoptivas que si hubiesen permanecido en la granja. Todos aquellos que no hubiesen sido vendidos como huevos habrían sido utilizados para producir alimento.
La vida de los pollos utilizados para generar carne y huevos es en general muy corta y muy dura. En las grandes explotaciones avícolas las condiciones normales suelen ser poco menos que espantosas. Por ejemplo, suelen encontrarse hacinados, con apenas espacio para moverse, para aprovechar al máximo la superficie de las granjas. Imagina que todo tu vida fuera como esos días que vas en el metro emparedado entre personas, sin apenas aire, porque el vagón va a reventar.
Nada más nacer, en muchos de estos centros los pollitos son separados. Las hembras son trasladadas para que empiecen a crecer y a engordar, pero a los machos, debido a que no pueden poner huevos, se les suele sacrificar inmediatamente. Por desgracia, los métodos empleados para ello tienden a ser extremadamente crueles.
Por ejemplo, una investigación de PETA descubrió que en criaderos de Estados Unidos y la India los animales eran introducidos en barreños con agua para que se ahogaran. En otras ocasiones, los pollitos se lanzan a contenedores de basura para que mueran allí, o se les tritura vivos para hacer carne.
Los pollo de pasto lo tienen algo mejor, aunque su final vaya a ser el mismo. Estos animales están criados en libertad, con espacio para moverse y condiciones de vida mucho más adecuadas.
Los pollitos de Marneuli consiguieron escapar a cualquiera de estos dos destinos. Esperamos que sus nuevos dueños les traten con suficiente cuidado y cariño.
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