¡Plaf! Tortazo. Y la otra va y se lo devuelve. Otro síntoma del maltrato que hay detrás de estos espectáculos
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“No os peleéis, que sois amigos”. ¿Quién no ha oído esa frase, recitada con voz paciente pero firme, en boca de un abuelo o de un progenitor? Y puede que te apeteciera hacer caso, obedecer y mantener el “buen rollo” con el amiguito, pero claro… En cuanto el adulto daba la espalda, ¡plaf! Tortazo. O patada en la espinilla. O tirón a la trenza del pelo. Y al cuerno la buena voluntad.
Algo así, pero trasladado al reino animal vemos en este vídeo.
Las imágenes fueron grabadas en el parque acuático Quangcheng Ocean Polar World, de la ciudad china de Dezhou el pasado 5 de agosto. Ante la sorprendida mirada de los visitantes al parque, sucedió. Dos morsas de notable tamaño están en compañía de sus cuidadores, fuera del agua. Una camina y pasa al lado de la otra. De repente, por motivo que solo la morsa conoce y dudo que nos cuente, lanza su mano -vamos a llamarla así, también- y golpea, cerca del rostro de su cuate, en una especie de bofetada que pudiera ser cariñosa. O no.
¡Plaf! Tortazo.
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La cosa no se detiene ahí, porque la morsa receptora del sopapo opta por devolverlo y llega a encajar en el lomo y cola de la agresora un puñado de manotazos mientras esta sigue su camino, intentando apartarse o quizás huir. Los cuidadores optan por poner las manos sobre la morsa agredida como intentando calmar el frenesí de bofetadas que está soltando.
Este principio de agarrada no sabemos cómo hubiera finalizado de no mediar humanos en el escenario, pero no parece haber culminado en nada grave. Aunque si eso es así ante los cuidadores y el público, que respondió a la situación con risas, ¿qué ocurrirá cuando no miran los adultos?
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