Toda la secuencia, el secuestro y el rescate de la cría, quedó grabada en vídeo
PlayGround quiere impulsar el cambio. No queremos ser meros espectadores pasivos, sino actores capaces de generar impacto real en nuestro entorno y en nuestras vidas. Desde PlayGroundDO pretendemos ser vínculo entre los temas que preocupan a nuestra comunidad y las herramientas que pueden ayudar a mejorar situaciones relacionadas con esos asuntos. Por eso, a lo largo de este artículo verás destacadas una selección de proyectos, acciones y campañas de impacto social que creemos pueden ser de tu interés. Solo tienes que hacer clic sobre el botón rojo ‘DO’ que verás a lo largo del artículo para sumar tu granito de arena a esas causas, desde tu teléfono. ¿Nos ayudas a cambiar las cosas?
Os esperamos en nuestra comunidad de Doers. Entre todos podemos.
Quizá quiera vd. establecer paralelismos entre la historia que muestra este vídeo y las circunstancias que lo rodean con la vida humana. Paralelismo entre el comportamiento animal y el comportamiento humano. O quizá no. Pero eso no cambiará cuáles fueron las sucesivas reacciones de los simpáticos animales de las imágenes: pingüinos.
La historia envuelve a una pareja de pingüinos, a su cría y a otra pareja más. Otra pareja de pingüinos del mismo sexo. Y todos habitan bajo el mismo techo del zoológico de la ciudad danesa de Odense. Dejemos por un momento aparte lo que podemos pensar de cualquier centro contenedor de animales salvajes fuera de su ecosistema habitual, por muy bien replicado que esté. Zoológicos incluidos.
Vídeo relacionado:
Los trabajadores del zoo que se ocupan de los pingüinos se dieron cuenta de que algo raro pasaba y atando cabos llegaron a la siguiente conclusión. Unos padres que se despistan y prestan menos atención de la debida a su cría. La madre se estaba bañando y el padre aflojó en el deber de tener los ojos puestos en su vástago. Otra pareja se da cuenta, con la peculiaridad de que esta pareja está formada por dos especímenes del mismo género. Y estos sí que muestran interés por el pequeño pingüino. Así que optan por rodearle y no permitir que nadie -ni sus padres, ni los cuidadores- se acercaran al pequeño, desplegando así todo el sentido de protección que los pingüinos esparcen alrededor de sus crías. Como si fuera suya.
Todo apunta a que se la querían robar.
Vídeo relacionado:
El vídeo y la situación fue grabada por una de las cuidadoras, Sandie Hedegard Munck, quién tuvo que arrebatar la cría a los secuestradores (o padres adoptivos) y devolverla a sus progenitores naturales. Aun así, ante el ejercicio de sensibilidad desplegada por la pareja del mismo sexo, los cuidadores han tomado ya la decisión de ceder a estos vocacionales padres adoptivos un huevo que una hembra ha optado por no criar.
Vídeo relacionado: