PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Le quita la anilla de seguridad a una granada, se la pone en las manos a un amigo y se larga corriendo Content

Content

Le quita la anilla de seguridad a una granada, se la pone en las manos a un amigo y se larga corriendo

H

 

Uno de los ‘pranks’ más terroríficos que recordamos

Playground community

15 Agosto 2018 20:00

PlayGround quiere impulsar el cambio. Con ese objetivo, PlayGroundDO se ha propuesto facilitarte el acceso a acciones de apoyo a causas de impacto social que son de nuestro interés, y creemos que también del tuyo. Acciones a las que puedes sumarte desde tu propio teléfono. Solo tienes que hacer clic sobre el botón rojo ‘DO’ que verás a lo largo del artículo.

¿Nos ayudas a cambiar las cosas?

Hay veces que una broma que en nuestra cabeza es blanca se acaba convirtiendo en una broma muy pesada. Tenemos una idea divertida, la ejecutamos, pero mientras la estamos desarrollando se nos va de las manos y ya no tiene vuelta atrás.

Esto es lo que debió de pensar el soldado protagonista de esta tensa, muy tensa escena registrada en Dnipro, Ucrania. "Toma, sujeta esto", le dijo un compañero. El soldado alargó el brazo casi sin mirar. Pensaba que se trataría de un teléfono móvil. Cual fue su sorpresa al ver que lo que sostenía era, en realidad, una granada de mano.

El primer soldado había quitado el alfiler de seguridad de la granada antes de pasársela, con toda la mala intención del mundo, a su “amigo”. Luego se largó de allí corriendo. El receptor del regalo, también soldado, lo que hizo de manera instintiva fue presionar un gatillo de seguridad.

Al darse cuenta de que no podía estar eternamente presionando la palanca de seguridad, el soldado comenzó a gritar. Todos los transeúntes miraban extrañados y al darse cuenta de la escena llamaron a la policía. El oficial Alexander Tsukanov fue el primero en asistir al soldado que llevaba la granada. Para que no ‘detonara’, se le puso cinta adhesiva a la mano del soldado que portaba la granada. Luego el mismo policía fijó sus propias manos a las del hombre que sostenía la granada, para evitar que hiciera alguna locura.

La tensión era alta. Muy alta. Pero cuando llegaron el resto de los agentes descubrieron que la granada era una réplica. Aquel dispositivo que había tenido en alerta a todo un vecindario no era más que un juguete. Todo era una broma pesada, un prank demente.

Al parecer, los dos implicados había tenido una discusión antes de la escena. El bromista fue arrestado más tarde en su casa y se enfrenta a una posible pena de siete años de prisión.

share