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Un comercio, una ladrona y una trampa para ratones: adivina lo que pasó a continuación

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Un tendero brasileño diseñó su propio dispositivo para pillar a quienes le estaban hurtando dinero de la caja. Esta fue su sorpresa

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27 Agosto 2018 19:13

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El dueño de una tienda en Brasil notó que últimamente le faltaba dinero de la caja. Algunos clientes le aconsejaron que pusiese cámaras de seguridad para averiguar qué estaba pasando, pero él tuvo una idea mejor: si se puede atrapar a un ratón con una sencilla trampa, ¿por qué no también a un ladrón?

Tal cual. El hombre metió una trampa en el cajón del dinero y dejó el móvil grabando tras el mostrador.

En las imágenes se ve a una mujer entrar a la tienda. Se diría que es cliente habitual. Habla e intenta distraer al dueño que está situado al fondo. La mujer aprovecha la ausencia del vendedor en su mostrador y trata de abrir el cajón más cercano, pero se lleva una curiosa sorpresa. Eso sí, hay que reconocerle su temple, porque apenas se inmuta cuando se pilla los dedos con la trampa.

El de esta mujer es otro de esos casos que nos recuerda que mangar en una tienda, por pequeña y modesta que sea, puede no resultar tan sencillo como algunos se esperan. Hay ejemplos a patadas. Como el de este otro malandro, que parece que va bien preparado para la acción: capucha, pasamontañas y navaja. Se acerca al mostrador de la tienda y amenaza a la dependienta para que le dé el dinero de la caja. ¡Quién iba a imaginar que la señora era toda una valiente!

O el de los dos chicos de este vídeo. Van en su moto por la calle buscando a quién robar, cuando ven a otros dos jóvenes distraídos con el móvil. Se acercan, el que va de paquete baja de la moto con su navajita y amenaza a los chicos. Pero, ¡oh, sorpresa! La historia da la vuelta.

Los hay más “ingeniosos” aún, como el admirador que le robó el Oscar a Frances McDormand en la misma ceremonia de entrega. La actriz americana acababa de ganarlo por su interpretación protagonista en la película Tres anuncios en las afueras. El fan ladrón, Terry Bryant, simplemente se acercó a ella y, aprovechando un despiste, se lo birló.

Podría haber sido un buen plan si no hubiese tenido la arrogancia de subir un directo a Facebook alardeando de haber ganado el Oscar él mismo. Obviamente, le pillaron.

Pero parece ser que hay una explicación científica a semejante alarde de simpleza. En 1999 dos investigadores americanos demostraron, en sus propias palabras, que "las personas que carecen de habilidades para algo suelen carecer, también, de conciencia sobre ello". En los casos que estudiaron, los que más brillo se daban no solo eran incompetentes, sino que carecían de herramientas mentales para juzgar su propia incompetencia.

El primer ejemplo que usaron para ilustrar su estudio fue precisamente el de un caco que robó dos bancos en 1995 a cara descubierta. Cuando la policía detuvo al hombre, este se mostró sorprendido de que le hubiesen identificado porque se había echado zumo de limón en la cara para hacerse invisible a las cámaras de seguridad.

Sin comentarios.

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