Con una cámara compacta de menos de 100 euros y estos trucos se pueden hacer maravillas
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Los más jóvenes puede que no lo recuerden pero hace ya 25 años que el director de cine Francis Ford Coppola, autor de El Padrino o Apocalipsis, Now, predijo que con la llegada de las cámaras de vídeo a las familias “pronto, cualquier persona, tendrá al alcance de la mano las herramientas para hacer un largometraje en su casa”.
Esas cámaras sustituían a los tomavistas que filmaban en celuloide. El vídeo era más barato y tecnológicamente más accesible. A día de hoy, hemos dado un salto cuántico y ya es verdad que no hablamos de cámaras, sino de soportes telefónicos que —entre otras muchas funciones— contienen una cámara de foto y vídeo de calidad muy superior a cualquiera de aquellas que en los años 90 usaban las familias para grabar sus propias comuniones y bodas.
Ciñéndonos únicamente a la captación de imagen, es cierto lo que decía Coppola: hoy casi todos podemos tener acceso al hardware y al software que nos permite hacer, sino una película, algo bastante parecido. Lo único que marca una serie de grados de diferencia es la calidad de la imagen, del sonido y su postproducción.
En la red se encuentran diversos manuales para que con vuestro móvil y una serie de programas obtengáis toda la calidad posible en la captura de imágenes, su montaje y su elaboración. Es el inicio del camino de lo amateur a lo profesional.
Aún así, todo cuesta dinero y este vídeo del youtuber Potato Jet muestra su empeño por conseguir unos planos de aspecto cinematográfico usando una cámara de un coste inferior a 100 dólares, implementándola con elementos comprados en una tienda de “todo a menos de 1 dólar”.
Potato Jet usa una cámara de limitadas funciones y muy compacta, por tanto que tiende a dar imágenes poco estables si no se tiene un pulso extraordinario o la cámara está totalmente estática. Así que con piezas sueltas adquiridas en tan económica tienda, logra montar una especie de steadycam, que en el mundo profesional es un artefacto que permite mover la cámara sin temblores ni saltos apreciables, con estabilidad. Un tiesto con ladrillos, una barra de metal para atornillarla, una lente de gafas de sol del rango más barato a manera de filtro o un skateboard, son elementos económicos que usa para desplazar la cámara y mantener un standard de calidad.
Ante todo, mucho ingenio y el afán de que para el ojo profano, cueste distinguir entre las imágenes que él graba y el producto de un profesional.
Eso sí, una vez que hayas grabado y postproducido tu vídeo con el mayor empaque profesional posible y lo hayas subido, el siguiente paso es cómo hacerlo viral, como lograr que se propague por la Red o que se venda como pan caliente.
Pero como diría el Sr. Coppola, “esa es otra historia”.