PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Cómo hacer frente a la mayor lacra de las fiestas de verano: agresiones, babosos y acoso Culture

Culture

Cómo hacer frente a la mayor lacra de las fiestas de verano: agresiones, babosos y acoso

H

 

Algunos municipios activan la alerta contra agresiones sexistas ahora que empieza una época llena de fiestas populares

anna pacheco

07 Julio 2017 06:00

Imagen vía GETTY

Cada verano lo mismo. Miles de pueblos y localidades se preparan para albergar su fecha más importante del año, su fiesta popular, esos días en los que todo el mundo se reúne en la plaza mayor y trasnocha y come y bebe hasta decir basta. Pero cada verano también hay de esto mismo: el pesado que no te deja bailar en paz, el baboso que ha tocado el culo a tu amiga, el chico que te intimida de camino hasta tu casa.

Algunas localidades —cada vez son más— se preparan para la ocasión y ya no solo hay casetas con música y barras de bar; hay una cartelería que acompaña el festejo y que interpela directamente al ciudadano. “Viva el ligoteo sano”. “Nunca hagas lo que no quieras”. “Acosar no es ligar”. La ciudad Pamplona, por ejemplo, que estos días alberga los tradicionales Sanfermines, ya está empapelada de estos carteles.

Los colectivos feministas y el Ayuntamiento han vuelto a la carga para reivindicar algo tan básico como un espacio de seguridad para todas y todos. Una seguridad que sigue sin estar garantizada.

Pamplona. Mismas fiestas. Un año atrás. 5 denuncias por agresión sexual, entre ellas una violación múltiple a una chica menor de edad. 11 denuncias por agresiones sexistas (tocamientos) y más de 41 incidencias de índole diversa registradas en un punto específico de atención a las víctimas. ¿Cómo afrontan este año? “Con atención y mucha responsabilidad”, explica Zuriñe Altable, miembro de la plataforma Gora Iruñea!, uno de los colectivos que participan de forma activa en esta campaña de prevención y actuación.



Yo me siento agredida cuando esa famosa peña de hombres hacen pasillo y te tiran litros encima para mojarte. Me parece agresivo e insultante



Este año en Sanfermines ha intensificado la vigilancia policial, la iluminación de las calles y se ha aumentado el número de cámaras de seguridad. Pero, sobre todo, se ha extendido la “mano roja”, el emblema contra las agresiones sexistas. Las manos están por todos los lados: carteles, banderolas, pins y autobuses.

También seguirá activo el teléfono 24 horas de atención y acompañamiento a las víctimas que ya se puso en marcha el año pasado. Se hará una manifestación o concentración en caso de agresiones graves (violación, paliza, golpe) y un parón de 30 minutos en bares o espacios festivos.

Cartelería contra agresiones sexistas

Pero no solo sucede en Sanfermines. Las agresiones están presentes en todos los contextos, lo que pasa es que no siempre se hacen públicas las cifras. Y la existencia de estas cifras, dependen en gran parte, de la voluntad política. Un colectivo feminista de Teruel recientemente lanzó la campaña #EnTeruelTambiénPasa para denunciar el machismo y las agresiones que su ayuntamiento trataba de invisibilizar durante las fiestas de la vaquilla del pasado 20 de junio. 

“La postura de la alcaldesa y numerosos medios de comunicación es promocionar el discurso de que nuestras fiestas son tranquilas y que aquí estas cosas no pasan”, denuncia el escrito.



Estos dos últimos años he estado trabajando durante las fiestas detrás de la barra del bar y, al final, estás más expuesta al público. Te piropean, te dan números de teléfono e intentan quedar contigo después de trabajar. No es agradable para nada



Pero no es verdad. “Yo me siento agredida cuando esa famosa peña de hombres hacen pasillo y te tiran litros encima para mojarte. Me parece agresivo e insultante”. O “estaba volviendo a casa por el viaducto. Vino un tío corriendo, me pellizcó una teta y se fue como había venido. Fue asqueroso, denigrante y humillante”, son algunas de las denuncias que las usuarias escriben en el Facebook del grupo.

“En fiestas reproducimos los valores de este sistema heteropatriarcal, también le añadimos el uso y abuso de diferentes tipos drogas. Durante muchos años se han vendido nuestras fiestas como unas fiestas sin ley, en las que todo vale”, explica Zuriñe, del colectivo feminista. 

Imagen vía GETTY

Desde el Observatorio de Noctambul@s, que se encarga de analizar la relación que existe entre el consumo de alcohol o drogas y las agresiones sexuales en entornos de ocio, subrayan que “aunque el alcohol nunca es la causa de nada, sí dispara dinámicas preexistentes que incrementan las desigualdades de género”, explica Ana Burgos, coordinadora del Observatorio. Una explicación posible al incremento de agresiones sexuales durante los meses de verano y los fines de semana.

La investigadora señala que existe una percepción social diferente sobre el consumo de alcohol cuando se compara chicos y chicas. “En los hombres que consumen y agreden se suele ver el alcohol como un atenuante (no sabía lo que hacía); en cambio cuando es la chica se ve como agravante (eso le pasa por beber tanto). Esta percepción social diferencial crea un falso clima de impunidad… todo eso mezclado con la masa, con el anonimato, crea un combo peligroso”.

Según un macroestudio de la Unión Europea de 2014, el 6% de las mujeres ha sufrido violencia sexual en España ha sufrido algún tipo de violencia sexual después de los 15 años, esto es, alrededor de un millón de mujeres. Sin embargo, poco más del 15% de los sucesos se comunican a la policía. La culpabilización sistemática de la víctima ("se lo habrá buscado") y no reconocer estas situaciones de violencia sexual son una de los principales motivos que llevan a las mujeres no denunciar.




"Efecto Sanfermines"



Algunos municipios, en cambio, sí están tratando de poner remedio. “Nosotras lo llamamos efectos Sanfermines. Desde hace uno o dos años algunos municipios se han puesto las pilas para visibilizar esta problemática”, explican desde Noctámbulas. 

En Barcelona, el Ayuntamiento ha puesto un stand antimachista en el paseo Marítimo, una iniciativa piloto que se puso en práctica en las fiestas de la ciudad del año pasado, y que ahora estará operativa del 29 de junio al 25 de septiembre.

Stand antimachista en Barcelona

El stand se inspira en el punto de información de los Sanfermines y proporciona a las víctimas asistencia y acompañamiento policial. El último balance de seguridad de la policía local de 2016 indica que las agresiones sexuales han aumentado un 30% en Barcelona y que más de la mitad se producen en los meses de enero, julio y agosto en horario nocturno.

En Mallorca, la campaña “No y punt”, a la que se han adherido 35 municipios este verano, también pretende sensibilizar y concienciar sobre las agresiones sexuales y ha puesto en marchas casetas de información, teléfonos de acompañamientos y protocolos de actuación.




No son solo agresiones sexuales



“Estos dos últimos años he estado trabajando durante las fiestas detrás de la barra del bar y, al final, estás más expuesta al público. Te piropean, te dan números de teléfono e intentan quedar contigo después de trabajar. No es agradable para nada”, apunta Maria Eugenia Garcia, una chica de 23 años de la localidad de Puebla (Zaragoza).

Maria Eugenia explica que los hombres del pueblo en fiestas a veces “se cortan por eso de que conoces a sus padres”, pero que “los de fuera suelen siempre ser los peores”. Otro de los objetivos de los colectivos feministas es precisamente educar a lxs jóvenes y enseñarles a detectar el machismo. No se trata solo de agresiones sexuales.



Queremos seguir trabajando para unas fiestas populares feministas. No solo libres de agresiones sexistas, sino unas fiestas en las que las mujeres seamos protagonistas, tanto en la organización como en el disfrute de las mismas



Laura Pérez de la Verga es coordinadora del espacio feminista La Rueda de Burgos, una asociación de mujeres que ha puesto en marcha un programa de sensibilización entre más de 37 peñas.

“Las peñas [una especie de hermandades de los pueblos en las que la gente se reúne para beber y celebrar] son el alma de la fiesta. Hemos trabajado entre los jóvenes para que sepan intervenir en caso de agresión, pero también que sepan detectar todas esas situaciones sexistas”. Este colectivo también ha programado talleres de autodefensa feminista entre las mujeres de diversos pueblos de Burgos.

“Las agresiones sexuales son solo la punta del iceberg, lo más grave, lo que más se ve. Pero las fiestas son el reflejo de todas las desigualdades de género, por ejemplo, en el momento en que se elige una “reina de las fiestas” y no un rey”, explica Pérez.

Zuriñe agrega: “En nuestro caso, los Sanfermines unas fiestas creadas por hombres y para hombres y eso se nota. Toda la parte de cuidado recae por parte de las mujeres. Nos encargamos de las personas dependientes, de poner lavadoras, de preparar la comida a los que se van a las fiestas… Es un reflejo del sistema capitalista heteropatriarcal”.

Como respuesta a esta desigualdad en el disfrute de las fiestas, este año Pamplona ha puesto en marcha, unos novedosos talleres denominados “Kit de supervivencia sanferminera”. Unas clases básicas para los jóvenes para que aprendan lo básico en relación a las tareas del hogar.

"Queremos seguir trabajando para unas fiestas populares feministas. No solo libres de agresiones sexistas, sino unas fiestas en las que las mujeres seamos protagonistas, tanto en la organización como en el disfrute de las mismas”.



share