Internet tiene una extraña fascinación por las animaciones que exploran formas diferentes de interpretar la carne humana.
Primero llegó la hipnótica voz (junto a las hipnóticas nalgas) de Hi Stranger.
Después aquel busto de goma recibiendo una monumental paliza.
Y ahora, sin que nadie lo pidiera ni lo esperara (como en las otras dos ocasiones previas) volvemos a quedarnos prendados de un sinsentido digital maravilloso, Finger Machines (es decir, la “máquina de dedos”).
Es raro. Es bonito. Es gustoso y grimoso al mismo tiempo. Es todo lo que le pedimos a Internet.
Por lo que podemos ver en su Instagram, la obsesión de su creador por los dedos...
... y por las máquinas extrañas ya venía de antes.
Pero del genio loco detrás de la “máquina de dedos” San Google no nos dice mucho. De hecho, justo lo mismo que podemos adivinar del texto bajo su vídeo en YouTube, que se llama Morgan y trabaja en una empresa llamada Seed Animation. Nada más. Así que contactamos directamente con él para que nos explique quién es y de dónde viene esa fascinación por las extremidades descontextualizadas y los mecanismos imaginarios sin sentido.
Su nombre es Morgan Powell, un nombre demasiado parecido a Max Power como para no ser un tipo guay. Tiene 41 años y es el director creativo de Seed Animation, el estudio que fundó hace 15 años.
“Uso el tiempo que me queda entre proyectos comerciales para explorar ideas menos comerciales focalizándome en ser diferente y provocador”, explica a través de un correo.
“Siempre me he sentido cómodo con el lado creativo de las cosas, y la animación engloba todo lo que amo: guionizar, diseñar, dirigir, iluminar… todo. Me encanta compartir nuevos mundos y jugar con las percepciones y sentimientos de los espectadores”.
Lo que empezó como un par de clips sueltos que compartió en su Instagram y con un par de amigos, se convirtió en un proyecto del que no podía desengancharse. Sentía la necesidad de seguir creando movimientos nuevos para esos engranajes llenos de dedos.
“Desde el punto de vista del diseño, estoy bastante interesado en la simetría y las formas geométricas, y también en usar texturas táctiles”, me explica. “Me gusta sentir las texturas en mi trabajo. Soy bastante sensible cuando se trata del tacto. Hay cosas que no puedo soportar tocar y no las puedo sostener. Diría que esto ayuda a definir mi estilo, porque quiero crear cosas que me gustaría tocar. El tacto es un aspecto principal, y quería forzar ese sentimiento en el espectador esta vez. Quería una reacción por su parte, ya fuese positiva o negativa".
Morgan dice que realmente no espera convertirse en un fenómeno viral, pero que la audiencia es el motivo por el que hace películas, así que “a más grande sea la audiencia mejor”. “Esta es la primera vez en la que divido la opinión del público, algunos se sentirán más incómodos que otros, pero veo esto como algo positivo, por lo que quiero es una reacción”.