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"Si quisiera cantar una canción rap no podría, saben escribir letras pero no saben hacer una p***a melodía". Ozzy Osbourne, 2006.
14 años después...
2020. Ozzy Osbourne entrega el Grammy a mejor canción de rap del año. Está pasando. Ozzy ha vuelto de entre los muertos gracias a uno de los géneros que más detesta.
Pero para entenderlo hay que situarse en 2019. Básicamente, porque el año pasado, Ozzy Osbourne estaba, por decirlo de forma suave, en la mierda. Y cuando hablamos de mierda, hablamos de esto.
Hablamos de que él creía, literalmente, que iba a morir. "Ya está, se acabó", pensó Ozzy cuando al caer en el baño de su casa, se le desplazaron las vértebras del cuello. La gira "No more tours 2" (título revelador a todas luces) fue cancelada. 2019, por tanto, puede ser considerado como uno de los peores annus horribilis (ha sufrido muchos) del príncipe de las tinieblas.
Ozzy, deprimido y con, según él, más tuercas y tornillos en su cuello que en su coche, decidió meterse en la cama para no salir nunca más.
Ozzy es ayudado por el fantasma de Lemmy
Entonces el fantasma de Lemmy Kilmister (fallecido cantante de Motorhead y uno de los mejores amigos de Ozzy) entra en escena. Post Malone estaba tomando unas birras en la que muchos consideran segunda casa en vida de Lemmy, el Rainbow Bar & Grill de West Hollywood (Califronia), cuando, de entre el millón de fotos que pueblan las paredes del garito (preñadas de retratos de viejas y nuevas glorias), se fijó en una foto de Ozzy, de la que inmediatamente se enamoró. ¿Quién puede negar que el fantasma de Lemmy, Jackie-cola mediante, no provocase tal situación sabedor de la necesidad de atención de su convaleciente "hermano"? El caso es que Post Malone salió del bar con dos cosas bajo el brazo: 1) la foto de Ozzy, que insistió en comprar y 2) la idea de grabar un tema con su ídolo. Habló entonces con su productor, Andrew Watt, para cumplir el segundo de sus objetivos. A través de Kelly Osbourne (hija de nuestro hombre y gran fan de Post Malone), se le hizo llegar el mensaje a un deprimido Ozzy, cuyas únicas palabras fueron: ¿Quién coño es Post Malone?
Ozzy odia el rap, pero Eminem le ama
El caso es que Ozzy nunca quiso al rap, pero el mundo del rap sí había dado muestras de querer a Ozzy. Sobre todo Eminem. En primer lugar, el rapero se ha autodefinido varias veces como una mezcla imposible entre los raperos neoyorkinos Nas y Esham y Ozzy. Pero el amor de Eminem por Mr. Osbourne no solo queda ahí ya que utilizó el estribillo de "Changes" de Black Sabbath, como leit motiv para su tema "Going through changes".
El mundo del rap le ponía ojitos a Ozzy, pero él ha tardado 20 años en entenderlo. Entonces volvemos al 2019, cuando sale "Take what you want", el tema perteneciente al último disco de Post Malone, y en el que tanto él como Travis Scott comparten hit junto al príncipe de las tinieblas.
El resto, como se suele decir, es historia.
En palabras de Ozzy: "ese tema me hizo volver a ponerme de pie, me hizo volver a creer, me salvó la vida". Aquel rap sin p***s melodías le había devuelto a la vida. El karma. El icono del metal había cambiado a Zakk WIlde por Post Malone y Travis Scott. ¿Y qué pasó? Lo que tenía que pasar; lo que pasa siempre, que Ozzy cae de pie.
Ozzy presenta el grammy a mejor canción de rap
Llegamos así al momento en que cobra ¿sentido? el hecho de que Ozzy y Sharon Osbourne presenten el Grammy a mejor canción rap. Si lo estáis flipando, imaginaos Twitter.
Y es aquí donde quería llegar. A este momento en el que Ozzy, tras un sin fin de annus horribilis vuelve a caer de pie, estando en el candelero con su nuevo disco (discazo) "Ordinary man", en el que vuelve a colaborar con Postie (así llama ahora Ozzy a Malone); a este momento en el que Sharon Osbourne anuncia que, a pesar de las complicaciones en el parkinson de Ozzy, a pesar de tener que cancelar una vez más el "No More Tours 2" (empieza a ser diabólicamente premonitorio), Ozzy tiene pensado comenzar en breve la grabación de su próximo disco; a este momento en el que, sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que el rap del que tanto se mofaba Ozzy, REALMENTE ha acabado salvándole la vida. Ayudado, eso sí, por el fantasma de Lemmy.
