Decir que Élite es un poco Gossip Girl, un poco Física o química y un poco Rebelde es quedarse en la superficie. Élite, la nueva serie original española de Netflix, va mucho más allá: le habla directamente a la nueva generación de chicos y chicas, esa que nació después del 2000 y que intercambia likes y follows como norma básica de su contrato social. Uno de sus protagonistas, Miguel Bernadeau (Guzmán), es todavía más claro: “Élite es una selva. Retrata cómo nos relacionamos y vivimos los jóvenes hoy en día de una forma muy natural y cruda”, tal y como ha afirmado en una entrevista con PlayGround junto al resto del elenco.
Durante ocho episodios tendremos que descubrir quién es el autor o autora de un asesinato que ha tenido lugar en Las Encinas, un prestigioso colegio privado donde la élite del país –redundancia requerida- envía a sus hijos a estudiar. A priori el homicidio parece que guarda una conexión con la llegada al centro de tres alumnos de clase media.
¿Qué desata la aparición de una joven musulmana y dos chicos de barrio entre la descendencia de marquesas, constructores y empresarios? Una lucha de clases y de poder en un momento en el que todos estos adolescentes están perfilando su identidad. Si a este combo le sumamos el despertar sexual, coqueteos con las drogas y la necesidad de rebelión para imponerse a sus padres, Élite lo tiene todo para convertirse en un fenómeno.
Izq a derecha: Polo (Álvaro Rico), Carla (Ester Expósito), Aron Piper (Ander), Miguel Bernadeau (Guzmán), Danna Paola (Lu) y Marina (María Pedraza). / Netflix
Desestigmatizando el VIH
Desde el primer episodio queda claro que no hay que subestimar el triángulo amoroso formado Marina (María Pedraza), Nano (Jaime Lorente) -a los que vimos en la todopoderosa La casa de papel- y Samuel (Itzan Escamilla). La gran victoria de Élite y por lo que verdaderamente es importante es por el tratamiento que hace de las personas que viven con VIH. “Sabía lo que era el virus”, cuenta Escamilla, “pero no tenía idea de lo que supone tenerlo hoy en día. Gracias a la serie me he informado mucho y, como a mí, seguro que la pasará a más gente”.
“Fue lo que más me emocionó cuando leí el guion. Tengo una persona cercana que vive con VIH y sé que eso no supone ningún problema hoy en día. Pero la gente tiene miedo y juicios absurdos porque no saben nada de esto y [es un tema que] está tapado”, apunta Lorente. “Esta información no nos llega pero ¿sabes lo realmente jodido?”, interrumpe Pedraza, “que tus propios padres no te apoyen. Eso es lo más duro”.
Marina (María Pedraza) y Nadia (Mina El Hammani) en las afuera de Las Encinas. / Netflix
No me juzgues por mis creencias, no me juzgues por mi dinero
En su afán por retratar los valores de los nuevos jóvenes, Élite hace una denuncia clara contra la cultura de la violación y contra la discriminación gracias a la trama de Guzmán (Bernadeau), Lucrecia (Danna Paola) y Nadia (Mina El Hammani). En un cara a cara que se podría titular “No me juzgues por ser musulmana y tú no nos juzgues por ser ricos y pijos”, los tres se debaten sobre si darse o no una oportunidad ya que quizá descubran que en el fondo son mas iguales de lo que creen.
“Lu es la más prejuiciosa, es clasista y racista y le jode parecerse tanto a Nadia. Estamos conviviendo y a veces no nos damos cuenta de que tenemos que aprender de alguien que tenemos enfrente”, subraya Paola, cantante y actriz de México. La poca empatía de Lu hacia Nadia es algo que le llama la atención a El Hammani: “Lu es mexicana. Es de un país, ahora vive en otro y critica justamente a Nadia por eso”.
Omar Ayuso y Aron Piper interpretarn a Omar y Ander. / Netflix
Además, introducir a familias conservadoras como las de Nadia permite a Élite dar un paso más a la hora de plasmar los conflictos con la homosexualidad. Omar Ayuso da vida al hermano de Nadia y su personaje, que inicia una aventura con Ander (Aron Piper), esconde su sexualidad por temor a la reacción de su padre.
“Ojalá Élite la vea un chaval homosexual de una familia con unos valores musulmanes muy arraigados por parte de sus padres y que gracias a la serie, ya no te digo que salga del armario, sino que pueda reafirmarse y decir ‘aquí estoy yo’”, reflexiona Ayuso. Por su parte, Piper es consciente de que Omar y Ander pueden convertirse en unos referentes para todos esos adolescentes LGTB+ que no se ven representados en la pantalla: “El mayor conflicto de Ander no es solo salir del armario frente a sus amigos, no creo que le dé miedo el rechazo. Pero sí que le fastidia que en sus círculos haya microhomofobia”.
Polo y Carla en uno de los eventos que celebra la élite. / Netflix
Poliamor o la muerte de las etiquetas
La nueva legión de jóvenes cada vez nos deja más claro que no se rigen por etiquetas ni en el amor, ni en el sexo ni en el género. Carla (Ester Expósito) y Polo (Álvaro Rico) son una pareja desde hace varios años que con la llegada de los nuevos a Las Encinas deciden abrir su relación a Christian (Miguel Herrán) y convertir algo de dos, en una cosa de tres. Todo ello queda plasmado bajo una mirada de total libertad y respeto absoluto porque, si algo no hay en Élite, son prejuicios. “Al espectador le estamos diciendo que él o ella puede ser cualquiera de nosotros y que no tiene nada de malo explorar su sexualidad y sus fantasías sin importar lo que piensen los demás”, anota Expósito.
En “los demás” Expósito también se refiere a los padres, quienes por guiar a veces a sus hijos a seguir un camino concreto solo consiguen frustración y presión. “Hay como un plan establecido hecho por los padres y ellos se tendrían que preguntar si su hijo quiero llevarlo a cabo o no. Polo quiere ser veterinario y eso es impensable para sus madres”, expresa Rico, algo que Herrán matiza: “Puedes no tener pasta y tener el apoyo de tu familia. Y también puedes tener mucha pasta, que tus padres tengan planeado un futuro para ti y que tú no puedas salirte de ese esquema”.
En ese sentido, como comenta Lorente, en otras series “los adultos hablaban por los jóvenes y en esta los jóvenes hablan por los jóvenes. Están diciendo: ‘La visión que tenéis de nosotros es un cliché. Lo que nos pasa a nosotros es esto’”. Y mientras termina la frase, Lorente alarga sus brazos con las manos abiertas como si estuviera sentenciado un ‘aquí tenéis Élite’.
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