Esta cómica trans explica por qué defiende los chistes sobre trans

Coge una batalla de gallos, quítale los beats, cambia las rimas por chistes, y tendrás una roast battle. Esta modalidad de stand-up, en la que dos cómicos se enfrentan sobre el escenario, presenta ciertas problemáticas:

¿Hay que poner límites si tu adversario tiene menos privilegios que tú? ¿Se puede hacer un roast sin chistes opresivos?

La pasada semana, la Roast Battle emitida por Comedy Central enfrentó a Alex Duong, un comediante asiático, contra Robin Tran, una comediante de la misma raza que Duong, pero perteneciente al colectivo trans.

“Alex dejó los estudios para dedicarse a los monólogos”, dijo Robin al público del roast. “Es el único asiático que ha decepcionado a sus padres más que yo”.

“Tienes razón, Robin, dejé los estudios”, le contestó Duong, viendo una puerta abierta para utilizar la disforia de género de Robin como material con el que trabajar. “Dejé los estudios porque, como tú, era incapaz de gestionar el tema de la regla”.

“Álex tiene razón, soy transgénero”, reconoció abiertamente Tran. “Eso quiere decir que, como la novia de Álex y como el resto de su familia, todos tenemos una polla inútil de la que queremos deshacernos”.

“Predije un gran roast, y así ha sido”, dijo el juez Jeff Ross a los concursantes de Roast Battle. “Robin Tran, con tus chistes cortos y afilados, creo que has sido la mejor comediante de la noche”.

“Encajo todas las bromas con calma, riendo y sonriendo”, explicaba la comediante a The Hollywood Reporter, “pero no hay nadie más brutal que yo a la hora de hacer bromas sobre mí misma”.

“Me gusta poder enseñar esa faceta poco explorada por las películas y las series, en la que las trans podemos ser muy divertidas, reírnos de nosotros mismas, y tomarnos los chistes con la misma naturalidad con la que los hacemos”.