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Nos equivocamos con ella: Cardi B promueve el body shaming

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La presentadora Jameela Jamil le ha deseado a Cardi B que se cague encima por anunciar productos “milagro” para perder peso, y a nosotros la rapera se nos ha caído del pedestal

Elena Rue Morgue

26 Noviembre 2018 17:07

Se suele decir que quien pierde las formas pierde la razón, pero creo que, en este caso, la actriz y presentadora británica Jameela Jamil sigue teniendo mucha razón...

... Aunque le haya deseado a Cardi B que se cague en público.

El motivo de semejante maldición es este vídeo en el que la rapera, que acaba de ser madre, hace promoción de uno de esos tés “detox” para perder peso.


"Han conseguido que Cardi B se una a ese sinsentido de los tés laxantes 'detox'. DIOS espero que todas estas celebrities se caguen encima en público, de la misma forma que lo hacen las pobres consumidoras que lleguen por su recomendación a estos productos sin sentido. No es que ellas tomen estas mierdas. Sólo las anuncian porque necesitan más dinero".

Cardi B, como otras tantas, se ha visto en la obligación de ser madre sin que se note y volver a tener el cuerpo que tenía antes de dar a luz en el menor tiempo posible. Al conseguirlo, su bajada de peso se ha convertido en el anuncio perfecto para vender uno de estos timos que, como bien dicen Jamil, lo único que hacen en tu cuerpo es producir un efecto laxante, no adelgazante.

"Si quieres regular tu apetito, come unos jodidos vegetales verdes o toma una nutritiva sopa de verduras. No bebas uno de estos tés 'detox'. Necesitas fibra, no algo que sinceramente solo te hace tener diarrea el día que lo tomas y te estriñe a la larga...".

El concepto “detox” en sí debería estar prohibido por ley en productos de este tipo. Son una estafa: el cuerpo se desintoxica solo; tiene hígado y riñones para hacerlo. Esta probado que ninguno de estos batidos o dietas mágicas ayudan al cuerpo a “desintoxicarse” más de lo que lo haría una dieta normal; de hecho, al contrario. Así, es normal que Jamil y muchas otras personas (entre las que me encuentro) nos hayamos cabreado bastante al ver que Cardi B también ha caído en la tentación de jugar ruinmente con la salud física y mental de sus fans.

Cardi B no hace esto desde la ignorancia. Ella misma ha dejado claro en entrevistas cómo ya, desde la adolescencia, sintió que debía operarse el pecho si quería ser sexy, y cómo esta idea se convirtió en “una necesidad” al empezar a trabajar como stripper. Sabe mal que una persona que ha hablado tan claro y con tanta consciencia de el mal que la presión que se ejerce sobre el cuerpo de las mujeres utilice estas inseguridades para sacar tajada.

Parece que Cardi B la palabra sororidad no la ha escuchado ni de refilón en la caja del supermercado.

Puede que sea porque está demasiado cegada por esta presión de la que hablamos: en vídeos como este, podemos ver a la cantante hablando de sus próximas operaciones estéticas como si fuesen una obligación, algo que tiene que hacer para ser una persona válida.

Como dice en el vídeo de abajo, Cardi B quiere ser “perfecta”, lo cual es respetable. También triste, porque la mayoría de nosotras conocemos la frustración de sentir la obligación de querer encajar en esa idea de perfección prefabricada por las empresas. Pero es respetable.

Pero querer sacarles los cuartos a chiquillas que te idolatran vendiéndoles basura que, como bien dijo Jamil, no hace más que avivar sus complejos y aflojarles las tripas, es simplemente despreciable.

Cardi B no será la primera ni la última en vender productos basura con el el certificado de “soy rica y el resto de las mujeres me la sudan fuerte”. Todo el clan Kardashian tiene un chiringuito millonario que gira en torno a estas estafas. La piruleta para suprimir el apetito que promocionó Kim en su Instagram se llevó sin duda la palma en esto de promover los trastornos de la conducta alimentaria.

Jode que alguien como Cardi B que, hablando sobre las inseguridades con su imagen, ha dicho literalmente que sintió como esta presión por encajar en el ideal de belleza “acabó con mi autoestima y me hizo sentir que nunca era suficientemente buena” quiera aprovechar que otras mujeres se sienten así para ganar más dinero. Y recalco ese "más", porque eso no lo hace precisamente por necesidad.

Una puede decidir alterar su cuerpo como lo ha hecho Cardi B y aumentar su pecho, cambiar sus dientes e incluso jugarse la vida con inyecciones ilegales en los glúteos y, sin proclamarse profeta de nada ni de nadie, posicionarse neutralmente diciendo que es su decisión; que cada uno puede hacer con su cuerpo lo que quiera. Podemos estar de acuerdo con eso o no, pero está en su derecho.

Sin embargo, en el momento en el que ella usa su imagen para mentir a otras personas y sacar dinero con ello, ahí sí que tenemos todo el derecho a señalarla y a exigirle cuentas: Cardi B no ha adelgazado por un producto mágico. Lo ha hecho con la dieta y el ejercicio que le ha puesto un equipo de nutricionistas y entrenadores personales, no con un té que da diarrea. Claramente, nos equivocamos con ella.

Qué pena que, pudiendo usar tu posición para ayudar a otras mujeres, te dediques a sablear y a perpetuar este puto sistema que nos acompleja para tenernos más calladitas, más pobres.

Qué pena, Cardi B, qué pena.

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