Van Damme consumía diez gramos de cocaína diarios cuando rodó ‘Street Fighter’

Hay rodajes desastrosos, como el de Apocalypse Now. Malditos en todas sus encarnaciones, como el de El hombre que mató a Don Quijote. También hay rodajes que acaban en tragedia, como el de El Cuervo o el del remake de Twilight Zone. Grabaciones con actores egomaniacos como Brando en La isla del Doctor Moreau, como Jim Carrey en Man on the moon.

Y, bueno, luego está el rodaje de Street Fighter.

Dirigida por el guionista de La Jungla de Cristal Steven De Souza, esta adaptación del por entonces videojuego superventas de Capcom tuvo un desarrollo caótico, del que muchos de sus responsables solo han querido hablar décadas después del estreno. En un reportaje de The Guardian, De Souza explica cómo contratar a Jean Claude Van Damme y Raúl Juliá para protagonizar la película convirtió su rodaje en una gincana demoníaca.

“Teníamos un par de estrellas en el reparto”, señala el realizador, “lo que hizo que tuviésemos que ajustar el presupuesto para el resto de departamentos en la película”.

Street Fighter (Steven De Souza, 1994)

¿El resultado de apretarse el cinturón? Actores que llegaban al set sin formación previa en escenas de acción, huidas hacia delante en coreografías peligrosas para los intérpretes, un plan de rodaje tan maniatado que no permitía ningún cambio sobre la marcha. Si algo quedaba sin rodar por algún imprevisto, no había vuelta atrás. “En esos casos utilizaba un viejo truco de John Ford”, confiesa Steven, “abría el guión, arrancaba la página que había quedado sin rodar, y aquí no ha pasado nada”.

Y tanto que pasaba: aunque la relación entre los miembros del equipo era cordial, un Van Damme en la cima de su carrera generó algunos conflictos en el set de Street Fighter. “Era un hombre interesante”, recuerda el ayudante de dirección del filme, “pero fue muy difícil trabajar con él por muchas razones que no puedo airear públicamente”. De Souza sí lo hace: “En la época no podía hablar del tema, pero ahora sí puedo decirte que Jean Claude iba enfarlopado hasta los dientes”.

Street Fighter (Steven De Souza, 1994)

Fue el mismo Van Damme quién admitió estar enganchado a la cocaína durante el rodaje de Street Fighter. En algún punto de los años noventa, según aseguró el intérprete en una entrevista, consumía la friolera de 10 gramos de cocaína diarios, un vicio en el que se gastaba 10.000 dólares a la semana. “Jean Claude estaba indispuesto durante gran parte del rodaje, por lo que me pasaba el día buscando en el guión otras cosas que rodar mientras él se recomponía”, añade el director del filme.

Raúl Juliá, pese a la profesionalidad que mostró durante todo la grabación, llegó al set con un cáncer de estómago diagnosticado. “Recibí una llamada de vestuario”, cuenta De Souza, “diciéndome que teníamos un problema, que Raúl tenía un aspecto horrible, como de esqueleto. Pensé: Oh, Dios, ¿qué vamos a hacer? No podíamos ponerlo delante de cámara. Decidimos dejar sus escenas para el final, para que le diese tiempo a ganar peso, y nos pusimos con otras cosas”.

¿Qué otras cosas? “Me dediqué a rodar escenas con gente que, literalmente, no tenía idea alguna de pelear”.

Street Fighter (Steven De Souza, 1994)

Eso repercutió en el montaje de las escenas de acción: si ya de por sí las set pieces de la película fueron criticadas en su día por lo acartonado de la puesta en escena, las primeras versiones de éstas eran, si cabe, más decepcionantes. Para arreglarlos, De Souza tuvo que convocar a muchos de los actores, una vez terminado el rodaje, para grabar planos y escenas de refuerzo. Una de ellas, sería la que conseguiría la calificación ‘para mayores de 13 años’ que la película necesitaba.

“Nos dieron un ‘para todos los públicos’ en última instancia”, dice el director, que remontó la película tanto, con tal de no tener un restrictivo ‘para mayores de 18’, que obtuvo una calificación infantil. “Eso habría sido una sentencia de muerte para la película, ¡ningún adolescente quiere ver una película para todos los públicos! Pedí a Jean Claude que viniera un día para grabar una frase para conseguir la calificación que necesitábamos”.

¿La frase? “Cuatro años en el Cuerpo para acabar haciendo esta mierda”.

Street Fighter (Steven De Souza, 1994)