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Nutricosmética: la gran trampa para crear hombres adictos a las pastillas

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"Cálmate, toma 10 píldoras al día y serás un hombre feliz"

Marc Casanovas

28 Noviembre 2017 12:17

Para estar al pie del cañón. Pastilla.
Para exprimir tu rutina deportiva. Pastilla.
Para evitar las lesiones. Pastilla.
Para mantener la figura. Pastilla.
Para presumir de piel envidiable. Pastilla.
Para lucir un cabello fuerte y brillante. Pastilla.
Para prevenir la caída del cabello. Pastilla.
Para cuidarte las canas. Pastilla.
Para tener digestiones más ligeras. Pastilla.
Para protegerte del sol ¿Lo advinas? Pastillaca de nuevo.

Bienvenidos al fabuloso mundo de la nutricosmética, la pseudociencia que los vendehumo de medio pelo esperaban como agua de mayo. Su objetivo es que el hombre moderno lleve la farmacia encima y que sea lo más natural del mundo. "Tómate 10 pastillas al día, pero hazlo ya porque por la noche quizás será demasiado tarde".

Efectivamente, muchos nutricionistas se escandalizan con la publicación de artículos sobre los suplementos que llevan los suplementos. Títulos como Las 10 píldoras que deberías estar tomando ahora mismo te dejan sin palabras. Hacía mucho tiempo que no me escandalizaba tanto con un artículo que me apelaba como hombre. Ese "ahora mismo" me dolía en el alma.

Si quieres rendir en el trabajo, si quieres un pelazo de león, si tu sueño es rallar queso en tus abdominales o lucir una piel fina como la del culo de un bebé,… empastíllate hasta las cejas. El hombre de éxito lo hace. Sólo faltaba incluir la famosa pastilla azul para convertirse en un macho empotrador como regalo extra.

10 pastillas al día sin tener ninguna enfermedad diagnosticada. 10 pastillas al día para ser más ¿feliz?

Evidentemente se trataba de un contenido patrocinado por marcas interesadas en el asunto. Aquí nadie discute que los medios necesitamos anunciantes para sobrevivir. Eso es de cajón. Pero no vale todo publicando contenidos que rozan la illegalidad y son altamente tóxicos para la sociedad.

LEER MÁS: "Malnutricón B", o cuando los alimentos no alimentan lo suficiente

En su día el blog Scienta publicaba un artículo completísimo al respecto. El titular entraba por los ojos: “El escándalo de la nutricosmética”. El invesitgador José Manuel Lapez Nicolás encontraba la raíz del problema: “Cuando el Ministerio de Sanidad dio a conocer el listado definitivo de los 417 medicamentos que dejarían de tener financiación pública, médicos y farmacéuticos levantaron la voz de alarma. Al no estar sometidos a los precios de referencia impuestos por la Administración, estos fármacos podrían subir su precio de forma libre (...) A los seis meses, algunos de estos medicamentos aumentaron su precio un 117 %”.

En ese preciso momento se abrió la veda y la nutricosmética encontró la brecha legal para su sangría particular. Actores y celebrities cubiertos de oro salieron a la palestra para explicar sus secretitos y – ¡oh sorpresa! – todo dependía de un diminuto comprimido en cápsula. Si David Beckham se toma esta pastilla no va a ser mala para mi, ¿verdad?

Toda la vida recordaré cómo me encargaba con especial atención de ayudar a mi abuela a cortar la pastilla de un famoso anticoagulante . El comprimido se dividía en cuatro cuartos e incluso en octavos. Cada mañana miraba cómo sacaba la dosis exacta de una cajita con siete departamentos. Uno para cada día de la semana. Mi abuela se tomaba la que tocaba y yo pensaba que esa pastilla le daba una dosis de vida extra. Más tiempo para estar conmigo, pensaba con la ingenuidad de un crío que quería una abuela eterna.

Hago ahora el ejercicio mental de imaginar a mi abuela Carolina viéndome tomar esas 10 pastillas “para ser más feliz” . La colleja que me soltaría sería legendaria. Y me la merecería sin rechistar.

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