"El mundo necesita más croquetas y menos gente"

Hoy es el Día Internacional de la Croqueta, único plato del mundo que le gusta absolutamente a todo el mundo.

Única evidencia histórica de que la humanidad puede estar de acuerdo en algo.

Un plato de croquetas puede seducir.

- Oye, si estuviese ahora en tu casa, solos, una botella de vino, buena música ¿que te gustaría que te hiciera?
- Croquetas

— Nah (@Natalia_HTU) 26 de septiembre de 2015

Puede unir a la familia cuando está lleno.

-Todo lo que sé sobre el amor me lo enseñó mi madre, cuando quedaba la última croqueta, mientras no mirábamos, se la comía ella.
- Eso es ser hija de puta
- Pues eso.

— Nah (@Natalia_HTU) 15 de enero de 2018

Pero separarla cuando se está terminando.

Los auténticos juegos del hambre se celebran en mi casa cuando solo hay cinco croquetas en el plato y siete hermanos en la mesa...

— Ron (@OtroWeasley) 29 de junio de 2014

Unas croquetas pueden condensar todo el amor del universo en un solo tupper.

— Tienes lo mío?

— Si

— Está toda la entrega?

— Si

— En paquetes como siempre?

— Hijo, coge las croquetas y vete de una puñetera vez

— SR.VEGETAL (@mejorchef) 22 de octubre de 2014

Y demostrarte que los límites solo puedes ponerlos tú mismo.

cuando veo la ultima croqueta en el plato https://t.co/aMXKepG908

— Sergio Cazorla (@Sergi_olo) 11 de enero de 2018

Son la prueba irrefutable de que todo puede evolucionar a mejor.

La materia ni se crea ni se destruye se aprovecha para croquetas.

— Trasto (@Trastisima) 13 de enero de 2018

El abrazo que te da una croqueta desde tu interior, ese calor, ese confort… te puede hacer inmune ante los comentarios horribles de otras personas. Hacerte más fuerte. Convertirte en la mejor versión de ti.

Ayer me vino un pavo diciéndome gorda de mierda vete a comerte una croqueta
Pero???????
Como me voy a comer sólo una???????????

— Camila (@_SraEnne) 10 de diciembre de 2017

Porque, sí, es posible que el mundo esté un poco en la mierda.

El mundo necesita más croquetas y menos gente.

— Ilusorio (@ClarkPain) 13 de enero de 2018

Y puede que las croquetas sean lo único cierto y puro que tengamos.

—Hijo, algún día te darás cuenta de que en esta vida todo es mentira.
—¿También las croquetas de mamá?
—No, hijo, todo menos las croquetas.

— Carlos Langa (@CarlosLanga) 4 de agosto de 2013

Aunque estén fritas, aunque engorden, aunque sean peligrosamente adictivas… nadie podría decir que haya un ápice de maldad en una croqueta.

He perdido dos kilos. Seguro que viene mi madre, me hace un tupper de croquetas y los encuentra.

— Nexus Polaris 🌠⚓ (@Sweetcidia) 19 de mayo de 2015

Nada tan extraordinariamente bello puede ser malo, diga lo que diga tu médico.

Muérete de envidia, Ferrero Rocher. pic.twitter.com/foYfZbwxGG

— fortuhitos (@fortuhitos) 22 de marzo de 2015

Las croquetas podrían servir para progresar juntos recordando lo que nos une y no lo que nos separa.

Una carroza con una abuela tirando croquetas, que eso le gusta a todo el mundo.

— La Paqui (@PatGuerreroGo) 3 de enero de 2018

Por eso tenemos que evitar a toda costa que los políticos las mancillen en sus tejemanejes y corruptelas.

–Puigdiiii, soy tu abuela, vuelve que te he hecho croquetas.
–Mi abuela habla catalán.
–Cuquetas.
–Déjalo Mariano.
–Cruquelles.
–Basta. pic.twitter.com/En3Ae9PU7g

— Kikolo (@kikolo777) 31 de octubre de 2017

Defender lo que es nuestro.

Hacienda reclamará 4 croquetas del tupper que te da tu madre los domingos.

— Tuan (@____tuan) 17 de noviembre de 2017

Porque la croqueta está más allá de las modas de los foodies.

Y, mientras luchamos, cruzar los dedos porque, al final del camino, tengamos un plato de croquetas esperando.

Que al final del túnel haya croquetas.

— Yux (@Yuxtagoras) 7 de marzo de 2017