Pusieron un cartel en el que podía leerse: “Felizmente gentrificando el barrio desde 2014!". Ahora, claro, se arrepienten
Las redes sociales nos han enseñado muchas cosas útiles para la vida.
A doblar camisetas en dos segundos.
A dejar las las cazuelas relucientes como para que se le salte la laguimilla a tu madre sin esfuerzo
A abrir botellas de vino sin sacacorchos.
Pero, sobre todo, lo más importante que nos ha enseñado Internet es que si uno de tus chistes de mal gusto llega a la red, estás bien jodido.
Y no importa que sea un tuit que tú mismo has publicado en tu perfil, o un letrero desafortunado que has plantado en la entrada de tu negocio y que otra persona ha publicado en Twitter: si tu cagada llega a Internet, ya puedes empezar a rezar todo lo que sepas.
En esas se encuentra ahora mismo la cadena de cafeterías Ink!, de Denver, Colorado, a causa de este cartel que colocó en uno de sus establecimientos.
“Felizmente gentrificando el barrio desde 2014”.
El letrero en cuestión fue colocado en la calle Larimer en Five Points, un barrio con una gran comunidad afroamericana conocido como el “Harlem del oeste”, y que en los últimos años ha sufrido una subida de precios y un aumento en su población blanca y adinerada. La gentrificación del barrio ha hecho que las familias negras, de minorías étnicas y de clase obrera hayan tenido que marcharse de su hogar.
La broma no le ha hecho ninguna gracia a la gente, y se están haciendo llamamientos para boicotear las 16 cafeterías que la empresa tiene entre la capital y Aspen.
"Nunca volveré a poner un pie en esa tienda. Sois lo que está mal en Denver actualmente".
"Ink!, no estamos contentos con este letrero en el 29 de la calle Larimer. Mala decisión. Mal diseño. MAL. Qué coño os pasa".
"Hey, Ink!, que os jodan. Podéis condieraros boicoteados".
Además de los tuits de cabreo Ink! ha recibido un email de la Asociación Nacional por el Progreso de la Gente de Color pidiendo formalmente que el cartel fuese retirado.
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“Vuestro cartel ha sido denunciado por reírse y ser hiriente sobre todo hacia los afroamericanos y otras personas de color que se han visto forzadas a abandonar sus hogares y negocios por la gentrificación en las comunidades del centro de Denver”, decía el correo.
Viendo la que les estaba cayendo, Ink! no perdió el tiempo en pedir perdón por lo sucedido. Primero se justificaron diciendo que probablemente bebieron demasiado café y tomaron una mala decisión.
"Hmmm. Claramente bebimos demasiado de nuestro propio producto y perdimos la noción de lo que hace genial a nuestra comunidad".
Y se disculparon una vez.
"Sinceramente pedimos perdón por nuestro letrero de la calle. Nuestra (mala) broma nunca pretendió ofender a nuestra vibrante y diversa comunidad".
Y otra.
"Deberíamos haberlo hecho mejor. Esperamos que nos perdonéis".
Y otra más, esta vez en plan oficial.
"Hemos estado siguiendo vuestros comentarios en redes sociales y escuchando a nuestros clientes, y queremos que sepáis que os escuchamos. Incluimos aquí una disculpa completa de nuestro fundador".
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Pero el incidente solo ha servido para que la gente recuerde la esencia, probablemente irrecuperable, que el barrio ha perdido por culpa de la especulación.
"Esta mierda cojea. Estoy triste de ver lo que está pasando a Five Points, en Denver, el 'Harlem del oeste', y su rica herencia cultural. Recuerdo las barberías y los restaurantes de comida soil, toda esa cultura está siendo perdida en pro de restaurantes hipsters demasiado caros y su clientela".
Five Points, en Denver, el 'Harlem del oeste', antes de que los promotores se mudaran y los locales tuvieran que irse. Nunca podremos recuperar la cultura que se ha vendido. Ahora solo la gente rica (principalmente blanca) puede permitirse una casa aquí, y mucho menos un negocio. Tiempos tristes".
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