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Rusia quiere ser la primera potencia mundial libre de transgénicos en 2020

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Getty/Arte PlayGround
 

El sueño de Putin: "Rusia es capaz de convertirse en el proveedor mundial de alimentos sanos, ecológicos y de alta calidad"

Rosa Molinero Trias

02 Mayo 2018 14:49

Rusia tiene todos los números de convertirse en el supermercado libre de transgénicos del mundo. Tan pronto como en 2020, el país quiere autoabastecer a su población de 144,3 millones de personas y exportar alimentos a todo el globo, con el plus de que no serían transgénicos ya que las leyes rusas no lo permiten. ¿Quién decía que para alimentar a tantos millones hacía falta la modificación genética para multiplicar la producción?

Todo apunta en esa dirección. El cambio climático favorecería unos inviernos más cortos, lo que se traduce en una temporada de cultivo más larga, e incluso la expansión de tierras de cultivo hacia el norte por la subida de las temperaturas. Por otro lado, los planes del desarrollo de la agricultura se están cumpliendo. Rusia reformó las leyes de propiedad de tierra para facilitar el acceso a principios de los 2000s.

A día de hoy, Rusia se ha convertido en el exportador líder en el mundo de maíz, centeno y avena, y es posible que se convierta en el mayor exportador de trigo y cereales del mundo. Así lo afirmaba el ministro de agricultura, Alexander Tkachev, quien ha dicho en repetidas ocasiones que el cereal desplazará al petróleo como la fuente de ingresos más grande.

Podría tener toda la razón, puesto que el consumo de cereales a escala global creció un 2.8% entre 2011 y 2016 y se prevé que crezca 1,4% hasta 2021. Junto con Ucrania y Kazakhstán, Rusia forma el RUK, una tríada que está modelando los mercados globales del grano, en palabras de Leonid Bersidsky, que firmaba para Bloomberg un contundente artículo titulado “Rusia es una superpotencia emergente en la producción de alimentos en el mundo”.

Además, este mes sabíamos de la idea del presidente de seguir rechazando los productos extranjeros y su iniciativa de comprar manzanos y cultivarlos para comprar menos manzanas. Otro paso más para alcanzar la soberanía alimentaria que se añade al embargo de las importaciones, tanto europeos, por los castigos que le impuso la Unión Europea por sus incursiones en Crimea, como turcas, porque el país vecino disparo a uno de sus bombarderos.

“No solamente somos capaces de alimentarnos a nosotros mismos gracias a nuestras tierras y recursos hídricos—Rusia es capaz de convertirse en el proveedor mundial de alimentos sanos, ecológicos y de alta calidad que los productos de Occidente han perdido, especialmente por el hecho que la demanda de esos productos en el mercafkdo mundial tiene un crecimiento constante”, dijo el presidente Vladimir Putin en 2015 en el Parlamento ruso.

El presidente comentó entonces también el cambio en el abastecimiento alimentario del país: hace 10 años, Rusia dependía de la mitad de las importaciones, que significaban casi el 50% los alimentos que se consumían en el país; y hace 3 años, las exportaciones de cereal estaban un cuarto por encima de los ingresos provenientes de la venta de armas, o un tercio de las ganancias de la exportación de gas.

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